A cinco días de los enfrentamientos ocurridos en el municipio de San Juan Sacatepéquez, el Gobierno aún no ha instalado una mesa de diálogo para confrontar a los representantes de los pobladores involucrados en el conflicto y la empresa cementera.
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El secretario de la Paz, Orlando Blanco, señaló que primero se debe «limpiar la mesa», es decir que se debe propiciar acercamientos entre las partes para poder iniciar un proceso conciliatorio.
Uno de los obstáculos para llevar a cabo el diálogo fue la captura de 43 pobladores que presuntamente estuvieron involucrados en la revuelta del pasado sábado, ya que ello ha propiciado la negativa de los inconformes para participar en la mesa de negociación.
«No aceptamos que (el Gobierno) utilice medidas represivas para arrestar a los campesinos y después venga con un discurso de diálogo y conciliación», señaló Justo Mendoza de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Indígenas y Campesinas.
Blanco señaló que en los próximos días se reunirán con los involucrados para poder acelerar la conciliación y de esa forma, buscar una solución conjunta para el problema que ha causado la disputa.