El uso de las carreteras brasileñas en las vacaciones invernales de julio aumentó 25%, y también el número de accidentes, en fenómenos atribuidos a la crisis aérea que se agudizó con el accidente de un avión el pasado 17 de julio en Sao Paulo, con un saldo estimado de 200 muertos.
El movimiento en las carreteras en julio aumentó 40% respecto a junio, y de 20 a 25% respecto al mismo mes de 2006, de acuerdo con datos de la Policía Federal de Carreteras publicados el martes por la prensa.
Según la policía, que todavía no cerró los datos del mes, en los primeros 15 días de julio los accidentes aumentaron 18%.
La policía ya observó un mayor uso de las carreteras en meses anteriores, que se tradujo en un aumento de 11% en el número de accidentes y de 10% en el de víctimas mortales en el primer semestre del año.
Desde enero, 3.691 personas perdieron la vida en las carreteras brasileñas, informó la policía.
Brasil vive desde hace diez meses una crisis aérea, con congestionamientos y caos en los aeropuertos. Esa crisis se inició con un accidente en setiembre, cuando un avión se desplomó en la selva con 154 personas a bordo, y alcanzó su peor momento el pasado 17 de julio, cuando otra aeronave se estrelló en Sao Paulo con saldo estimado de 200 muertos.
El turismo también está sufriendo las consecuencias de la crisis aérea, que se suma a la valorización del real superior a 10% este año.
La ministra de Turismo, Marta Suplicy, explicó que el movimiento del sector hotelero cayó hasta 25%, y que las pérdidas en los otros sectores turísticos alcanzan de 10 a 15%.