Más de la mitad de la población mundial vivirá en la ciudad en 2008, según un informe publicado el miércoles por una agencia de la ONU, que hizo «un llamamiento a la acción» destinado a los países en desarrollo, los más afectados en esta urbanización desenfrenada.
En lugar de frenar el crecimiento urbano, los países en desarrollo deben acompañarlo de políticas sociales para sacarle provecho, señaló el Fondo de las Naciones Unidas para la población (UNFPA), en su informe sobre la población mundial de 2007, presentado simultáneamente en París y Nueva York.
Alrededor de 3.300 millones de habitantes vivirán en el medio urbano en 2008.
Este número seguirá creciendo rápidamente, para llegar a 4.900 millones en 2030, es decir seis de cada diez personas, para un total de 8.000 millones de habitantes en esa fecha.
Este informe llega a las mismas conclusiones que el Instituto Nacional de Estudios Demográficos (INED) de Francia en su último número de «Población y sociedades», publicado el 19 de junio pasado con cifras de las Naciones Unidas.
«La mayor parte de este crecimiento ocurrirá en los países en desarrollo. Se prevé que la población urbana de Africa y Asia se duplicará entre 2000 y 2003», señala el texto del organismo de la ONU.
También en la región de América Latina y el Caribe seguirá aumentado la población urbana, aunque más lentamente.
Mientras tanto, la población urbana del mundo desarrollado aumentará relativamente poco, según el informe.
El resultado es que en 2030, un 81% de la población urbana mundial vivirá en los países en desarrollo, y un 70% en Africa y Asia.
Esta explosión urbana será tanto más difícil de controlar cuanto que «los pobres constituirán una gran parte del futuro crecimiento urbano», advierte el organismo de las Naciones Unidas.
No obstante, si se planifica, la urbanización puede desempeñar un papel favorable en el desarrollo económico, destaca el informe, que hace «un llamamiento a la acción» a los países en desarrollo para que saquen provecho de ello.
«Las ciudades concentran pobreza, pero también representan la mejor esperanza de escapar de ella», destaca el informe de UNFPA.
«Las ciudades están también en mejores condiciones de aprovechar las oportunidas de la globalización y de generar empleos e ingresos para un mayor número de personas», agrega, destacando luego que «las ciudades pueden ofrecer acceso a la infraestructura y los servicios básicos a un costo mucho más bajo, en beneficio de toda su población».
El texto denuncia en particular las políticas de lucha contra el éxodo rural, como la expulsión de los ocupantes de viviendas o el rechazo a prestar servicios como el suministro de agua potable o de electricidad en las barriadas.
«Oponerse a la migración y negarse a ayudar a los pobres urbanos por temor a atraer así nuevos inmigrantes genera meramente más pobreza y mayor degradación del medio ambiente», denuncia el organismo de la ONU.
La prioridad para regular el crecimiento demográfico urbano, según el informe, es permitir a las mujeres evitar los embarazos no deseados, mediante acciones de promoción de la igualdad de sexos, permitiendo a las niñas ir a la escuela y cursar estudios, y facilitando los medios anticonceptivos.
El segundo punto incluye «una explícita preocupación por las necesidades de los pobres en materia de suelo».
«Tener una vivienda segura y un domicilio legal es imprescindible para que las personas aprovechen lo que la ciudad puede ofrecerles», destaca el organismo de la ONU.