En 1995, ningún estado padecía un índice de obesidad superior al 20%. Ahora lo tienen todos menos uno.
Un informe anual sobre la obesidad difundido por dos grupos de salud pública analizó por primera vez las estadísticas estado por estado en las dos últimas décadas. La entidad con menor índice de obesos —Colorado, con un 19,8% de los adultos considerados así— habría tenido el índice más elevado en 1995.
«Cuando se comparan de año en año, los cambios van en aumento», comentó Jeffrey Levi, director ejecutivo de Trust for America’s Health, que elabora el informe anual junto con la Fundación Robert Wood Johnson. «Cuando se examina con una generación de diferencia, se ve cómo llegamos a este problema».
El estudio, basado en las estadísticas del 2010, dijo que una docena de estados superan el índice de obesidad del 30%, en su mayoría en el sur del país. Misisipí encabeza la lista por séptimo año consecutivo, seguido por Alabama, Virginia Occidental, Tenesí y Luisiana. Hace cinco años, en el 2006, Misisipí era el único estado que superaba el 30%.
Ningún estado redujo su índice de obesidad, definido por un índice de masa corporal de 30 o más. La masa corporal es dada por el peso y la altura de la persona.
Empero, no todo fueron noticias negativas en el informe: 16 estados vieron aumentar su índice de obesidad, frente a 28 el año pasado. Según Levi, esos aumentos han amainado en forma paulatina, seguramente ante una mayor preocupación pública por la salud y las gestiones gubernamentales para dar a escuelas y consumidores mejor acceso a los alimentos sanos.
«Hasta cierto punto nos estamos estacionando en un nivel inaceptablemente elevado», afirmó.
La primera dama Michelle Obama ha encabezado la campaña «Movámonos», promoviendo almuerzos más sanos en las escuelas, mayor acceso a frutas y hortalizas y más ejercicio físico.
Sin embargo, los legisladores republicanos en el Congreso han puesto en tela de juicio algunos de estos programas, por considerar demasiado costosa la enmienda de las directrices de los almuerzos escolares y las gestiones de la Casa Blanca para reducir la publicidad de la comida basura dirigida a los menores.