Ha trascendido por diversas informaciones de prensa la captura y conducción de Christa Eugenia Castañeda Torres, hija de Gloria Torres, otrora primera cuñada de la Nación que pasó del control absoluto y canal único de comunicación del Gobierno de la UNE con los Alcaldes del País, hasta ser abierta opositora de su hermana Sandra en sus frustradas aspiraciones a convertirse en candidata presidencial.
El caso que debiera ser analizado bajo una óptica judicial y de persecución a la corrupción, pasó a transformarse en un nuevo episodio de la denominada Guerra de las Torres, cuando Gloria Torres en comunicación sostenida con Emisoras Unidas de Guatemala, abiertamente denunció a su hermana y a su excuñado como los provocadores de los procesos que terminaron con la captura de su hija y que ella se convirtiera en prófuga de la justicia. Dando una rápido vistazo a los procesos que originaron las órdenes de aprehensión se puede observar que se originan de casos de corrupción en distintas municipalidades del País en el año 2,005 con antelación al Gobierno de ílvaro Colom, pero cuando ya Gloria Torres intermediaba en la obra municipal, en apariencia con bastante éxito. Resulta por supuesto preocupante que un reparo originado en el año 2005, en donde descaradamente se desviaron fondos de proyectos de impacto social hacia cuentas de las ahora perseguidas no haya avanzado o tenga resultados si no hasta 6 años después, por supuesto cualquier analista y hasta nuestras autoridades del Organismo Judicial achacarían dicha lentitud al mismo penoso trámite que en los tribunales del País sufre cualquier causa que allí se conozca, sin embargo, también cabe el análisis de que “otros interesesâ€, incidieron en que una vez, enemiga una hermana de la otra, se hayan precipitado las órdenes de captura y promovido los allanamientos. No está de más señalar que el día de ayer, según publicación aparecida en este vespertino, la UNE procedió a negar cualquier señalamiento de los realizados por Gloria Torres, indicando que todo se debe al curso normal que un proceso requiere y que fueron los hechos los que llevaron a las acciones judiciales. Para efectos del País resulta importante resaltar el que se persiga y promueva la justicia y los actos de corrupción sean erradicados, por supuesto, se pretende que esto suceda por prescripción legal y no por otros motivos que nada tienen que ver con la justicia. Queda ahora en manos de las autoridades judiciales, hacer lo que la ley ordena para estos procedimientos y que se persiga y se juzgue a las personas por el único motivo por el que pueden ser juzgadas, haber trasgredido una norma legal. Me parece oportuno señalar también que las afirmaciones de una y otra de las hermanas para que cobren validez deben de ser probadas y que nos acostumbremos a ver los procesos judiciales como aquello que son, puros ejercicios de abstracción de la ley cuando esta ha sido violada. Todo lo demás está al margen de cualquier análisis.