La actriz francesa Audrey Tautou, cuya última película, Hors de prix de Pierre Salvadori, se estrena la próxima semana, no tiene ganas de convertirse en una estrella internacional, tras haber participado en la superproducción norteamericana El código Da Vinci.
En una entrevista concedida en ocasión del próximo estreno de su última película, Hors de prix de Pierre Salvadori, la actriz, célebre por su papel de Amelie, indicó que ha decidido hacer una pausa en las próximas semanas, tras un periodo de trabajo intenso.
Con su aspecto frágil y su mirar aterciopelado, Audrey Tautou, de 28 años de edad, sigue siendo para buena parte del público Amelie, la fantasiosa heroína de la película de Jean-Pierre Jeunet, cuya mirada traviesa dio la vuelta al mundo.
Fue hace cinco años, pero en el extranjero mucha gente me conoce todavía gracias a esa película. Me encanta haber actuado en un filme culto, pero es verdad que en un momento dado tuve una pequeña sobredosis de Amelie, dice.
En Hors de prix, comedia romántica de Pierre Salvadori, comparte cartelera con Gad Elmaleh. Su personaje, Irene, es una mujer que utiliza sus encantos para seducir a los hombres acaudalados, de cualquier edad, y tratar de que se casen con ella.
Este personaje me enseñó lo que es una mirada masculina hacia una mujer más sensual que mis otros personajes, dice Tautou, que considera que es genial poder interpretar una ’femme fatale’, y escenas de comedia divertidas.
Después de Hors de prix (Inasequible), que será estrenada en Francia el próximo miércoles, Audrey Tautou actuó en Ensemble c’est tout (Juntos, es todo), adaptación de una novela de Anna Gavalda por el cineasta Claude Berri.
Como he trabajado mucho, he decidido hacer una pequeña pausa, indicó.
Cuando se le pregunta sobre su futuro, la actriz enarca las cejas y exclama: Oh la la, jamás he tenido un plan de carrera. De todos modos, eso no funciona.
Yo no preveo nada, no tengo ni ideas ni ganas de hacer algo en particular. Tengo una actitud muy pasiva con la profesión. No trato ni de cambiar mi imagen ni de demostrar nada, dice, resumiendo: En todo caso, no considero que el cine sea toda mi vida.
Desde que obtuvo el César de la mejor revelación por su papel en Vénus beauté de Tonie Marshall, en 1998, Audrey Tautou, que ha trabajado a las órdenes de Stephen Frears (Dirty pretty things), Amos Kollek (Happy end), y compartido cartelera con Tom Hanks en El código Da Vinci de Ron Howard, no mantiene los pies sobre la tierra y no se plantea hacer carrera en Estados Unidos.
No tengo ganas de trabajar allí si es para interpretar papeles de francesa tonta en películas idiotas, afirma.
La actriz ignoró la mala acogida que tuvo El Código Da Vinci, presentada en la apertura del Festival de Cannes. Soy una persona bastante sensible, esas cosas o me preocupan o me irritan, de manera que no vi, ni leí, ni escuché nada, sostiene.
No creo que sea una obra maestra, pero no es nuevo que películas susciten reacciones un tanto histéricas en Cannes. Por lo demás, era previsible, con tal expectativa y marketing, y el hecho de que el público de Cannes no aprecia ese género de películas, estima.
Hay cineastas con los que le gustaría trabajar, pero Audrey Tautou no los nombra por que es supersticiosa. Y además por orgullo: Tendría miedo que dijeran ’¡Mira, Audrey Tautou quiere rodar conmigo, qué horror!