Las poblaciones situadas en la cuenca del lago de Atitlán están alarmadas, puesto que la contaminación cada día avanza y ahora resulta que está atacado por una bacteria que poco a poco lo convertirá en un «charco» igual que el de Amatitlán.
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Durante varios años se han realizado estudios, análisis y campañas a favor del lago de Atitlán, pero el hecho de que el gobierno tenía disponible cerca de $10 millones para protegerlo desde hace varios años, y que hasta ahora sean utilizados provoca cólera.
¿Cómo es posible que las entidades vinculadas con el tema ambiental no lo sabían? ¿Por qué nadie se percató sobre la existencia de esa cantidad millonaria destinada a rescatar el lago? ¿Es qué ninguna entidad estatal u ONG están en la capacidad de utilizar esa cantidad de dinero en forma efectiva?
El hecho de que el lago se está muriendo no es nuevo. Lo novedoso fue que pobladores de San Juan La Laguna, Panajachel y Santiago Atitlán, denunciaran que una bacteria está provocando en forma acelerada la proliferación de algas. Y los estudios, otra vez, no se hicieron esperar.
Que es peligroso beber el agua del lago, que los pobladores no deben usar esa agua para bañarse y otras recomendaciones más van a surgir. Pero la esencia del problema radica en el poco o nada de interés que durante años han demostrado las autoridades encargadas de velar porque este recurso natural se conserve.
Como siempre se harán otros estudios y más análisis que finalmente dictaminarán lo mismo: no contaminar el lago con residuos de fertilizantes, que los pobladores no usen jabón y que las aguas servidas sean conducidas a otros lugares.
Esta emergencia debe llevar a las autoridades competentes a repensar las acciones a asumir, pero que no sea más de lo mismo. El trabajo de rescate deberá incluir penalizaciones para aquellas personas que por años han lanzado sus desechos de fertilizantes al lago y las autoridades locales inviertan en máquinas que limpien el lago, no más obras cosméticas para quedar bien con los turistas locales y extranjeros.
Y dentro de las nuevas orientaciones no se debe dejar por un lado la Educación Ambiental, involucrar al Ministerio de Educación empezando por transmitir mensajes a la población joven para hacerles conciencia que de no cuidar el lago ahora, en un mediano plazo este bello lago se convertirá en lo que hoy es el de Amatitlán: lodoso, basurero y verdoso.
* ¿Harto de las modelos? Ya me cansé de ver tanta modelo metida en el estadio y fotografías en los medios impresos. De plano que a los de las agencias de publicidad se les terminó la creatividad, pues se han dado a la tarea de contratarlas para que promocionen productos en los partidos de futbol y la vuelta ciclística.
* Trico, trico… será. Ahora resulta que varios niños y jóvenes se disfrazan para el «Día de Halloween» (hasta cuesta pronunciar esto). Los patojos tocan las puertas y cantan una canción inventada. «Trico, trico Jayowin? quiero dulces para mi? no te escondas que ya te vi?» Letra que no es la traducción de la cancioncita que cantan los gringos. ¿Será alienación total?
* Por qué perdió. Dicen los analistas deportivos que Machón perdió las elecciones en la Fedefut, porque no representaba los intereses de los dueños de los equipos. Es probable.