Atienden a Chamalé en hospital; pacientes sufren consecuencias


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Bajo fuertes medidas de seguridad, esta mañana fue trasladado el presunto narcotraficante Juan Ortiz, alias Chamalé, a la consulta externa del Hospital General San Juan de Dios, para realizarle una serie de exámenes médicos. Aparentemente Ortiz padece una infección urinaria y problemas cardíacos.

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POR MANUEL RODRÍGUEZ
mrodriguez@lahora.com.gt

Desde tempranas horas, Ortiz fue trasladado bajo un fuerte dispositivo de seguridad, a una de las clínicas de la consulta externa del Hospital General San Juan de Dios, pues aparentemente padece de una infección urinaria y problemas cardiorrespiratorios.

El traslado al centro asistencial de la zona 1 capitalina fue realizado por elementos de la Policía y agentes del Sistema Penitenciario, quienes implementaron el protocolo de seguridad correspondiente y restringieron el acceso al nosocomio de las personas que con anterioridad habían concertado una cita médica para ser atendidos.

Esta situación, que se prolongó aproximadamente durante una hora, provocó el malestar entre las personas que madrugaron y asistieron al centro hospitalario esperando también ser atendidas.

Selvyn Rustrián, vocero del Hospital General, indicó que a Ortiz se le practicaron pruebas y pese a la recomendación para que el presunto capo permaneciera internado, por motivos de seguridad fue trasladado nuevamente a prisión.

Sobre las molestias que generó el transporte de Chamalé al nosocomio para los análisis, el portavoz de la institución se limitó a responder que a Ortiz se le dio prioridad en la atención de la consulta externa debido al alto riesgo de fuga o rescate que representaba mantenerlo más tiempo en el mismo.

El relacionista también señaló que competía a las fuerzas de seguridad resguardar la vida tanto de Ortiz como de las personas que se encontraban dentro del centro asistencial.
 
“Él entró a una clínica como todo guatemalteco. Se le dio mayor énfasis para poder retirarlo lo más pronto posible del hospital para evitar cualquier situación. El problema fue que se recibió una llamada anónima, no en el hospital, sino las mismas fuerzas de seguridad la recibieron y decían que posiblemente podían venir a liberarlo, pero no pasó a más”, declaró Rustrián.

Sobre Chamalé pesa una orden de extradición a Estados Unidos desde 2012, por su supuesta vinculación con el tráfico de drogas hacia ese país.