Al menos 30 personas murieron y 105 resultaron heridas en un atentado suicida con un camión bomba perpetrado en un mercado de la población de Emerli, al norte de Irak, mientras en el sur murió un soldado británico y Estados Unidos dio cuenta de siete nuevas bajas.
«Hemos recibido 30 cadáveres y 105 heridos», declaró el doctor Jawdat Abdala, del hospital de Tuz Jurmatu, ciudad cercana al lugar del suceso, en un balance que él mismo pronosticó que seguirá subiendo.
La explosión devastó el núcleo de Emerli (a 130 kilómetros al sur de Kirkuk), una pequeña comunidad de la minoría chiita turcomana, indicó el teniente coronel Hussein Ali Rachid, vicedirector de la policía de Tuz Jurmatu.
El atentado se produjo a primeras horas de la mañana, cuando el mercado es muy frecuentado, precisó el capitán de policía Nuzad Abadalá.
«Varias casas se hundieron y más gente puede estar atrapada», informó esta fuente.
Según un corresponsal de la AFP en el lugar, los cadáveres de tres niños fueron retirados de entre los escombros.
Un incendio provocado por la explosión se extendió a una veintena de locales, según uno de los comerciantes de Emerli. «Nunca vimos una cosa así», dijo.
La mayoría de los heridos fueron trasladados al hospital principal de Kirkuk, algunos en coches particulares ante el insuficiente número de ambulancias.
Hace dos meses, Kirkuk, una localidad petrolera del norte de Irak, fue blanco de otro atentado con un camión bomba contra un puesto de la policía. Entonces 12 personas murieron y 178 resultaron heridas.
Por otra parte, en Basora (sur), un soldado británico murió por la explosión de una bomba artesanal al paso de su patrulla en el transcurso de «una gran operación» este sábado de madrugada, y tres más resultaron heridos en otros incidentes, anunció el ministerio británico de Defensa, que dio cuenta del fallecimiento de otro militar del mismo contingente el viernes, sin precisar en qué circunstancias.
En Irak, un comunicado castrense dijo que las tropas británicas en Basora fueron blanco de «numerosos ataques» con diversa munición esta madrugada.
Gran Bretaña suma ya 158 bajas desde la invasión de Irak en marzo del 2003, mientras Estados Unidos va por 3.597, tras informar este sábado de la muerte en los anteriores dos días de otros siete soldados, seis de ellos en operaciones de combate (cuatro en Bagdad y dos en Al Anbar, oeste).