Un joven sin alegrí­a y sin esperanza no es un joven auténtico, sino un hombre envejecido antes de tiempo. Juan Pablo II

A lo largo de la historia la adolescencia se ha presentado en más o en menos como una etapa de conflicto y en la actualidad es imposible sustraerse a esa idea.

La opinión pública y la cientí­fica describen esta etapa como un periodo de crisis individual y de tensiones, como si atravesarlo significara remitirse, de manera natural y sin remedio, a una etapa negativa y problemática. Desde el punto de vista psicológico y médico, la adolescencia implica un proceso con actos de rebeldí­a y contradicciones y sin duda, poblado de situaciones de mayor o menor intensidad de problemas.

 Cuando los hijos empiezan a dejar la niñez se inician en un conflicto interior de un joven que tiene la facultad de pensar y la incapacidad de decidir de un niño. La sociedad adulta, en general, hace responsable a la adolescencia de males diversos y variados y los propios adolescentes describen con increí­ble propiedad los trastornos que ocasiona. Los adolescentes son las ví­ctimas principales de los problemas más serios de nuestra sociedad como la violencia, las drogas, los embarazos o deseados y /o el sida.

Muchos adolescentes al sentirse incomprendidos y abandonados por sus padres aunque vivan bajo el mismo techo optan por consumir alcohol, drogas, tener sexo sin protección, lo que finaliza con abortos y madres niñas.

 El acoso está presente como ejecutante o receptor y los problemas de alimentación y trastornos de la autoimagen se hacen evidentes, se cae en depresiones y trastornos emocionales, y se es ví­ctima de  maltrato, los accidentes de tránsito constituyen junto con los problemas derivados del mal uso del internet dos de los diez problemas más graves de los adolescentes.

Todo dentro de la desintegración familiar, pérdida de valores,  ruptura del matrimonio y falta de atención lleva al adolescente a echar a perder su vida.

Con el éxito de la clí­nica de atención al Adulto Mayor, y ante los problemas de salud que enfrentan los adolescentes, distintos a los infantiles y diferentes a los de los adultos, el Hospital Roosevelt ha iniciado un proyecto de capacitación al personal en la atención al adolescente con miras a la creación de una clí­nica de clasificación y la posterior atención con personal profesional entrenado en atención a los adolescentes, comentó el director ejecutivo del hospital, Doctor Héctor Barrios. Un proyecto encaminado a la construcción de una sociedad más sana fí­sica y mental y emocionalmente.

¿Conoce los proyectos para los adolescentes de sus candidatos a elección popular?