Con mucha cólera, hemos visto cómo es que el fracasado futbol guatemalteco nos tiene nuevamente concentrados en un hecho violento en el que un joven perdió la vida por las estúpidas batallas entre seguidores de equipos que, encima de todo, no tienen ni siquiera la calidad para justificar el precio de una entrada.

Es necesario que las autoridades, con la misma eficiencia y energía con que se hizo la averiguación del caso de las hermanas Oscal, procedan a encontrar a los responsables de este hecho y, mientras tanto, recomendamos a los padres de familia que entiendan que es irresponsable tolerar que los jóvenes sigan llegando a un circo que quiere llamarse deporte.

Pero entendiendo la seriedad del caso, también queremos hacerle eco a la necesidad de la ciudadanía de concentrarse en el trabajo que está haciendo la Comisión de Postulación para definir la lista de candidatos a Fiscal General. Lamentablemente, el costo histórico de la decisión que un grupo de personas que se consideran infalibles, pero que han sido a la vez relacionadas a distintos poderes oscuros y tenebrosos, está por suceder en esta semana y necesitamos hacerles saber que estamos atentos a las decisiones y componendas que cada vez con más claridad, están realizando.

Dar una comisión es encargar a una persona que cumpla con algo. Aun cuando el establecimiento de las Comisiones de Postulación es un mandato Constitucional, nuestra gran pregunta es ¿De quién es el encargo que están cumpliendo?

Algunos con la vista corta, no entienden la condena a la sociedad guatemalteca de regresar a los momentos más dramáticos del secuestro institucional que termina en la impunidad. Aquellos que se benefician de dicha impunidad para cubrir sus actos de corrupción, no recapacitan en el costo que ese vacío de justicia tiene para el ciudadano común y corriente que sigue poniendo a los familiares en la lista de muertos sin que haya quien aplique la ley.

Es por ello que el momento es fundamental para que, con energía y determinación, se les recuerde a los comisionados que el trabajo que realizan está siendo analizado, observado y comentado para que se sepa quiénes son los rostros detrás de las prácticas que nos quieren mantener en la impunidad.

Repetimos que no le queremos quitar importancia a la pérdida de una vida humana. Lo que nos parece es que para que casos como la tragedia ocurrida a Kevin Díaz no sigan sucediendo, necesitamos una comisión que no sea cómplice de la impunidad.

Minutero:
El deber de los postuladores
es buscar a los mejores;
pero una cosa es el deber
y otra que lo quieran hacer