AT&T Inc. dijo ayer que canceló su oferta de 39.000 millones de dólares para comprar T-Mobile USA luego de enfrentar una feroz oposición gubernamental.
El gigante celular dijo que las acciones del gobierno para bloquear el acuerdo no cambian los desafíos de la industria de telefonía móvil, la que —según dice— necesita más frecuencias del espectro radioeléctrico para expandirse.
El acuerdo habría resuelto el problema por un tiempo, pero sin él, «los clientes saldrán perjudicados y la inversión necesaria será acotada», dijo AT&T en un comunicado.
Pidió al gobierno que apruebe rápidamente la compra que hizo del espectro sin utilizar de Qualcomm Inc. y desarrolle leyes para cubrir las necesidades a largo plazo del país.
AT&T, la segunda telefónica móvil del país, detrás de Verizon Wireless, enfrenta un pago a Deutsche Telekom por 3.000 millones de dólares en efectivo y quizá deba entrar en un acuerdo de «roaming» con Deutsche Telekom, mientras transfiere los derechos de uso del espectro que no necesita para el despliegue de su planeada red 4G de siguiente generación.
La compra de T-Mobile, propiedad de la alemana Deutsche Telekom, por parte de AT&T la hubiera hecho la mayor compañía celular en Estados Unidos. Actualmente, T-Mobile es la cuarta más grande.
El Departamento de Justicia demandó bloquear la fusión el 31 de agosto, al decir que reduciría la competencia y generaría precios más elevados.
El mes pasado, las compañías retiraron su solicitud a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés), luego de que el presidente de la comisión también se opusiera al acuerdo.