Ataques tras la tregua pesará en campaña electoral


Ataque. Foto de archivo del ataque del pasado 24 de agosto, dí­a en que ETA volvió con violencia, tras romper la tregua.

La reanudación de los actos violentos por parte de la organización independentista armada vasca ETA influirá en el panorama polí­tico español en los próximos meses ante las elecciones legislativas de marzo de 2008, pero aún es pronto para predecir de qué lado se inclinará la balanza.


ETA reanudó su actividad el 24 de agosto después de romper oficialmente el 5 de junio una tregua durante la cual el gobierno del socialista José Luis Rodrí­guez Zapatero estableció contactos con la organización para intentar, en vano, llegar a un acuerdo de paz.

Tras el fin del «alto el fuego permanente», ETA hirió el pasado viernes a dos agentes estacionando un carro bomba frente a la casa cuartel de la Guardia Civil en la localidad vizcaí­na de Durango (Paí­s Vasco, norte).

Los dos dí­as siguientes, su intento de cometer otro atentado fue frustrado al ser controlada una furgoneta llena de explosivos por la Guardia Civil, que a continuación los miembros de ETA hicieron estallar por miedo a ser descubiertos.

Estos hechos llevan a las fuerzas de seguridad y a los responsables polí­ticos a pensar que la organización «seguirá intentando» cometer atentados en las próximas fechas, que coinciden con un curso polí­tico que estará dominado por la campaña para las elecciones legislativas de marzo de 2008.

Un atentado mortal «puede tener una consecuencia» que de momento es «imprevisible en cuanto al resultado final» de las elecciones de marzo, «porque queda todaví­a mucho tiempo para ver cómo van a gestionarlo el PP y el PSOE y cómo va a recibir la noticia el pueblo español», estima Javier Elzo, catedrático de Sociologí­a de la Universidad de Deusto.

El gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) recibió una lluvia de crí­ticas del Partido Popular (PP, conservador) durante el tiempo que mantuvo contactos con ETA por su intento de negociar con ellos.

Pero tras la tregua el gobierno de Zapatero se ha mostrado firme contra la violencia y además la organización ha sufrido numerosos golpes policiales en España y sobre todo en Francia, con la detención de 18 miembros, entre ellos el jefe del aparato logí­stico, y la incautación de casi 400 kg de explosivos.

Esta actitud por parte del gobierno ha acallado los virulentos ataques de la oposición conservadora, que coincide en responder con dureza a la violencia de ETA.

Además «está repercutiendo en la opinión pública», que es «favorable a la firmeza», por lo que podrí­a beneficiar al Partido Socialista a la hora de volver a ganar las elecciones, considera por su parte José Luis Adrados, director de estudios del instituto de sondeos Ipsos.

¿Qué podrí­a dar entonces la victoria al PP? «Si ETA pusiera una bomba antes de las elecciones, eso evidentemente perjudicarí­a al PSOE», según Elzo, aunque lo cree poco probable.

Este escenario «podrí­a beneficiar a la lí­nea más radical» del PP, coincide Adrados.

En el otro lado, «si ETA entregara las armas unilateralmente», el gobierno «ganarí­a por goleada», imagina Javier Elzo, aunque también considera improbable esta posibilidad.

A ETA se le atribuyen 819 muertos en los cerca de 40 años que lleva luchando con las armas en España en favor de la independencia del Paí­s Vasco.