No cabe duda que este es un momento crítico para la gobernabilidad. El régimen se encuentra en una fase de pérdida de credibilidad ciudadana, para lo cual el Gobierno ha articulado una estrategia publicitaria en donde el Presidente trata, creo que penosamente, de reorientar la opinión y rescatar cierta credibilidad. Lamentablemente, se ha utilizado la figura presidencial para todos los espacios publicitarios, lo cual significa mayor desgaste para el gobernante, pensando que él es todavía menos adverso que su Vicepresidenta y se considera que puede revertir la situación de vacío, mentira, corrupción e inmovilismo gubernamental.
Dentro de estos espacios de publicidad, se acentúan supuestos logros en el contenido de los mensajes, pero se hace uso de desinformación o de mentiras abiertas, como el caso del empleo, en donde el gobernante se adjudica el crecimiento del empleo para su gobierno, cuando son cifras de la incorporación de nuevos trabajadores al seguro social, cosa que no es cierta.
Más allá de este frágil escenario, las cosas se han complicado en otros ámbitos. La presión que se ha ejercido sobre José Rubén Zamora, Presidente de elPeriódico, “explicadas” por cambios en los grupos de seguridad designados para él, hacen parecer una campaña propia de los militares de antaño, pero aplicados en la actualidad, buscando amedrentar, amilanar, asustar y hacer retroceder al valiente Chepe, quien contrariamente a lo buscado por estas tácticas, únicamente han obtenido la reiteración de su posición de decencia, valentía e independencia periodística, así como la denuncia abierta de cómo el propio gobernante buscó su silencio, a cambio de pautas publicitarias. Una equivocada actitud del gobernante y criticable bajo cualquier punto de vista.
Para pesar del actual régimen, e igualmente con el dolor y el repudio del gremio periodístico al cual me uno fraternalmente, en pocos días han ocurrido dos asesinatos de periodistas y un atentado a otro, sumado a la muerte de otros dos colegas en marzo y abril del presente año. Ello implica que cuatro periodistas han sido asesinados en lo que va del año. Una investigación seria debe hacerse y se deben evitar los comentarios sin fundamento del Ministro de Gobernación, buscando orientar estos sucesos hacia la criminalidad común. Una ligereza también criticable del referido ministro.
Continuar gobernando desde las sombras y pretendiendo una gestión gubernamental en donde el negocio es el propósito fundamental, resulta equivocado y aunque seguramente los funcionarios terminen su período ilícitamente millonarios, deja a la sociedad en condiciones de precariedad y el sistema político continúa su proceso de debilitamiento, ante la incapacidad de resolver con efectividad las necesidades irresueltas y postergar y hasta profundizar las desigualdades sociales de este país.
Por último, no nos dejemos engañar, el retiro de la propuesta de los bonos, es un movimiento táctico, para retomar la agenda y dentro de este espacio introducir nuevamente la emisión de bonos. Con todo ello, el balance es crítico y negativo. La tensión social es cada vez mayor. Un momento para analizar y reflexionar para el Gobierno y difícil manejarlo sin duda.