El cuñado del presidente de Siria y el ministro de Defensa murieron en un ataque explosivo en Damasco, informó hoy la televisión estatal siria.

El general Assef Shawkat, cuñado del presidente Bashar Assad, era viceministro de Defensa y una de las personas más temidas del círculo íntimo de Assad. Estaba casado con la hermana mayor de Assad, Bushra.

El ministro de Defensa, Dawud Rajha, también murió en la explosión del miércoles. El ministro del Interior resultó herido.

La televisión estatal agregó que la explosión, a la que describió como un ataque suicida, dañó el edificio de Seguridad Nacional durante una reunión de ministros y altos funcionarios de seguridad. Añadió que algunos de los mandos resultaron heridos gravemente. El edificio está a menos de 500 metros (547 yardas) de la embajada estadounidense.

En una entrevista telefónica desde su cuartel en Turquía, Riad al-Asaad, comandante insurgente de Siria, aclaró que no se trató de un atentado suicida, sino que los rebeldes plantaron una bomba dentro de una habitación donde se reunían altos funcionarios del régimen. Todos los que efectuaron el operativo están a salvo, dijo.

El ataque marca «el principio del fin del régimen», afirmó.

La capital lleva cuatro días sumida en intensos combates entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes que intentan derrocar al régimen.

Los combates, especialmente en Damasco, son un desafío sin precedentes contra el gobierno de Assad.

El ministro Rajha, de 65 años y general retirado del ejército, era el funcionario cristiano de más peso en Siria. Assad lo designó el año pasado.

El activista Omar al-Dimashki dijo en Damasco que miembros de la Guardia Republicana rodearon el vecino hospital al-Shami, donde fueron internados varios mandos heridos.

La Policía acordonó la zona y prohibió el acceso de los periodistas al lugar.

Los activistas sostienen que más de 17.000 personas han muerto en la guerra civil desde que comenzó un alzamiento popular el año pasado.

Entretanto, el Consejo de Seguridad de la ONU se aprestaba a votar el miércoles por la tarde una nueva resolución con la que presionará al gobierno sirio a cumplir con el fracasado plan de paz.

Empero, Rusia sigue enfrentada con Estados Unidos y sus aliados europeos a la imposición de sanciones y el posible envío de fuerzas de paz a Siria.

RUSIA

Rusia acusó a Occidente el miércoles de incitar a la oposición siria después del ataque con bomba que mató al ministro de Defensa y al cuñado del presidente Bashar Assad, alegando que un proyecto de resolución de la ONU equivale a respaldar a los rebeldes y provocará más derramamiento de sangre.

Rusia, aliado de Siria desde hace tiempo, está en desacuerdo con Estados Unidos y sus aliados europeos antes de una votación el miércoles por la tarde sobre una nueva resolución. Esta impondría sanciones al gobierno de Siria encaminadas a poner fin a la guerra civil en el país, parte de un alzamiento popular que ya lleva 17 meses.

«En lugar de tranquilizar a la oposición, algunos de nuestros socios están incitándola a que siga» con su ofensiva, afirmó el miércoles el canciller Sergey Lavrov, según lo citó la agencia noticiosa RIA Novosti.

El respaldar a la oposición siria «es una política que no conduce a ninguna parte, porque Assad no se irá voluntariamente», dijo.

El principal obstáculo para llegar a un acuerdo en torno a un plan sobre Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU es la exigencia de Occidente para que se emita una resolución que amenace con aplicar sanciones no militares y esté vinculada al Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, que a la larga permitiría el uso de la fuerza para poner fin al conflicto.

Rusia se opone firmemente a cualquier mención de sanciones o del Capítulo VII. Aunque las naciones occidentales parecen renuentes a aplicar la fuerza, el Kremlin teme que se repita una campaña como la de la OTAN en Libia y se niega a cualquier posibilidad de intervención internacional.

Una resolución respaldada por Occidente que impondría sanciones y permitiría una posible intervención militar «equivaldría a un respaldo directo al movimiento revolucionario», dijo Lavrov.

Sin embargo, el canciller británico insistió el miércoles que el atentado con bomba enfatiza la necesidad urgente de una resolución relacionada con el Capítulo VII.

«Es evidente que la situación en Siria se está deteriorando. Todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU tienen una responsabilidad de poner su peso detrás de la implementación del… plan (del enviado especial Kofi) Annan para poner fin a la violencia», afirmó William Hague en un comunicado.

En París, Bernard Valero, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores francés, dijo que el régimen sirio «no está controlando la situación», lo que aumenta las posibilidades de que continúe el caos.

Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense Leon Panetta afirmó en una conferencia de prensa en el Pentágono que «es más esencial que nunca» que Estados Unidos y la comunidad internacional trabajen a través de la ONU para presionar a Assad a que renuncie.