Ataque en Afganistán contra la OTAN


Saldo. El último ataque de la insurgencia en Afganistán provocó daños a civiles y militares.

Al menos 17 civiles afganos, entre los cuales habí­a 12 niños, murieron y siete soldados de la ISAF fueron heridos por un kamikaze que hizo estallar su carga explosiva en un mercado de la provincia de Oruzgán (sur), el atentado más mortí­fero en un mes en Afganistán.


El kamikaze a pie activó su carga cerca de un convoy de la fuerza de la OTAN en un mercado de la localidad de Dehrawood (a 400 km al sur de Kabul), «matando a 17 civiles entre los cuales habí­a 12 niños», afirmó el ministerio del Interior en un comunicado.

El jefe de la policí­a provincial, Mohamad Qasem, precisó a la AFP que, además del kamikaze, cinco hombres y 12 varones de 10 a 15 años habí­an muerto.

Unas 30 personas sufrieron heridas, «algunas de las cuales se encuentran en estado crí­tico», según el ministerio.

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) confirmó en un comunicado el atentado suicida que causó ví­ctimas civiles y «siete heridos» entre la ISAF, algunos de los cuales se encuentran en estado grave.

Un portavoz de los talibanes, Yusuf Ahmadi, reivindicó este atentado en una llamada telefónica a la AFP.

Se trata del atentado más mortí­fero desde el 17 de junio. Aproximadamente 35 personas murieron en esa oportunidad en un ataque suicida reivindicado por los insurgentes contra un autobús de la policí­a en Kabul, el atentado más sangriento desde la caí­da del régimen islamista de los talibanes en noviembre de 2001.

Soldados holandeses y australianos están desplegados en la provincia de Oruzgán, donde hace varias semanas los combates dejaron decenas de muertos en las filas de los guerrilleros y mataron a unos 60 civiles, según las autoridades afganas.

Por otra parte, un soldado de la coalición bajo comando norteamericano pereció el martes a causa de las heridas sufridas el lunes durante un tiroteo contra una base militar de la provincia de Herat (oeste), según la coalición, que subrayó que se habí­a abierto una investigación.

Un militar afgano que solicitó el anonimato dijo a la agencia de prensa privada Pajhwok que el militar norteamericano, que era consejero en la base, cayó bajo las balas de un soldado afgano hostil a las fuerzas internacionales. La coalición se negó a confirmar o desmentir esta información.

Desde comienzos de este año, 109 soldados de la ISAF y de la coalición murieron en Afganistán, en su mayor parte en operación. En 2006, 191 soldados extranjeros perdieron la vida en el marco de la misión afgana.

Unas 3.000 personas, entre las cuales habí­a más de 600 civiles, murieron en la violencia en Afganistán desde comienzos de este año, según un recuento de la AFP establecido a partir de balances oficiales.

Los talibanes realizan numerosos ataques y atentados suicidas, inspirados en los métodos de la red Al Qaida, con la cual están vinculados, contra las fuerzas del orden afganas e internacionales. El jueves, ocho policí­as y un niño murieron en la provincia de Kandahar (sur) en un atentado suicida.