Al menos ocho personas, incluyendo a tres militares somalíes, murieron el miércoles en un ataque al cuartel general del ejército etíope en Mogadiscio, desencadenando una fuerte respuesta de los soldados etíopes y somalíes aliados, según habitantes.
«Hasta ahora he visto cuatro cadáveres y varias personas heridas (en el barrio Shukri). Los combates se intensifican, hay balas perdidas que vuelan por todas partes», declaró a la AFP un habitante de Shukri, Abdulahi Ahmed Sheij.
En el barrio vecino de Al Baraka, «una bala perdida mató a mi vecino e hirió a otros cinco, entre los cuales había un niño», dijo otro residente, Muhubo Moalim Dahir.
Somalia, un país pobre del cuerno de ífrica, está en guerra civil desde 1991. En Mogadiscio se registran ataques casi cotidianos desde hace dos meses y medio, llevados a cabo por desconocidos pero atribuidos por el gobierno a los islamistas que perdieron entre fines de diciembre y comienzos de enero las regiones que controlaban.
En total, al menos 90 personas murieron en esa ola de violencia, según un recuento de la AFP.