Un suicida que conducía un vehículo cargado con explosivos se estrelló contra un cuartel militar en un poblado fronterizo de Egipto en la península del Sinaí, matando al menos a nueve soldados e hiriendo a otras 17 personas, informaron hoy autoridades.
Dos funcionarios de seguridad dijeron que la fachada del edificio de un solo nivel ubicada en el pueblo de Rafa se desplomó y que un número indeterminado de militares y policías quedaron sepultados.
El segundo ataque fue ejecutado contra un transporte blindado de personal estacionado en un puesto de control cerca del cuartel de espionaje, dijeron los funcionarios, y agregaron que fueron recuperados los restos de dos atacantes suicidas.
Los ataques casi simultáneos colocaron el nivel de violencia en la península del Sinaí al punto de ser un levantamiento completo, empeorando los problemas de Egipto cuando el país intenta obtener la estabilidad política y la viabilidad económica más de dos años después de haber sido derrocado el dictador Hosni Mubarak en un levantamiento popular.
Los ataques ocurrieron a menos de una semana de un ataque suicida dirigido contra el convoy del ministro del Interior egipcio, encargado de la policía, poco después de abandonar su casa en el este de El Cairo. Mohamed Ibrahim escapó ileso pro la explosión causó daños considerables en el área. Un grupo inspirado en al-Qaida con sede en el Sinaí se atribuyó posteriormente la responsabilidad del atentado.
Los funcionarios hablaron con la condición del anonimato porque no estaban autorizados a dialogar con los reporteros.
Los funcionarios de seguridad indicaron que la explosión contra el edificio de espionaje dañó además cinco casas cercanas. Entre los heridos fuguran 10 soldados y siete civiles, tres de ellos mujeres.
La agencia noticiosa oficial MENA indicó posteriormente que tras los ataques, las autoridades ordenaron el cierre del cruce fronterizo de Rafa, entre Egipto y la Franja de Gaza.
Los extremistas en el Sinaí, algunos con vínculos con al-Qaida, han atacado a las fuerzas egipcias durante meses en la estratégica península limítrofe con Gaza e Israel. Sus ataques se han vuelto mucho más frecuentes desde el derrocamiento en julio del presidente islamista egipcio Mohamed Morsi. Tras la caída de Mubarak, Morsi fue el primer presidente egipcio salido de las urnas en el 2012, pero fue derrocado en julio por los militares tras varios días de grandes manifestaciones callejeras que pedía su renuncia.
A comienzos de esta semana, el ejército egipcio lanzó una importante ofensiva contra los extremistas en la región norte del Sinaí.
Las autoridades han descrito la ofensiva, que comenzó el sábado, como la más amplia en la región en años recientes, encaminada a expulsar a grupos inspirados en la red terrorista al-Qaida que han tomado el control de poblados en esta península.