Atajar la limpieza


Editorial_LH

En todas sus declaraciones a la prensa, desde antes de asumir formalmente el ministerio, Mauricio López Bonilla ha insistido en forma categórica en la necesidad de judicializar la lucha contra el crimen. El concepto es fundamental, puesto que en el pasado hemos visto intentos por combatir a los delincuentes mediante acciones que en forma por demás eufemística llaman de limpieza social, es decir eliminando a los que son o parecen delincuentes mediante la estructuración de grupos de matones que se encargan de hacerle ese “servicio” a una sociedad agobiada por la violencia.

 


Judicializar la lucha contra la violencia significa operar de común acuerdo con el Ministerio Público y los tribunales para que el empeño vaya en la dirección de combatir la impunidad y asegurar el imperio del derecho. Nosotros creemos que no hay otro camino para salir del problema, puesto que cualquier otra ruta termina prostituyéndonos como sociedad, toda vez que terminamos escogiendo caminos viles, criminales a su vez, para atacar la criminalidad y eso no nos ha llevado nunca a ningún lado.
 
 Si la limpieza social resolviera el problema, Guatemala sería un paraíso de paz y tranquilidad porque aquí no se ha escatimado el uso de esa peculiar, inhumana e ilegal forma de castigar con la muerte al que es o parezca. En ese sentido nos ha agradado la afirmación que hace el Ministro de Gobernación de que la mano dura es para aplicar la ley, para judicializar todos los casos.
 
 Obviamente no todos entienden correctamente la propuesta y por ello es urgente que se tomen medidas para atajar el tema de los cadáveres con señales de tortura que nos recuerdan la existencia de escuadrones de la muerte que se dedican a buscar pandilleros y ladronzuelos para asesinarlos. No se trata de defender al delincuente, pero sí de defender al Estado para impedir que pueda tener actuaciones delictivas como ya ocurrió en el pasado.
 
 No me cabe duda que al gobierno actual le someterán a pruebas para medir su temple y capacidad. Estos actos de limpieza social que estamos viendo pueden ser parte de ese test que se les hace y por ello creo que López Bonilla y su equipo tienen que poner todo el empeño en esclarecer estos hechos porque no sólo son crímenes inaceptables, sino que de alguna manera tratan de embarrar al nuevo gobierno generando la sensación de que ya está en función la mano dura, tal y como la conceptúa mucha gente en nuestro país, desgraciadamente. Judicializar la lucha contra el crimen es el compromiso del Ministro y el mismo es pieza fundamental para lograr resultados efectivos y de largo plazo.

Minutero:
El Estado de Derecho 
debe ser la aspiración 
y judicializar cada hecho 
viene a ser la solución