Los tres astronautas de Shenzhou VII, el tercer vuelo habitado chino, pasaron hoy su primer día en órbita preparándose para la parte más peligrosa y esperada de su misión: la primera salida al espacio de China.

«Hasta ahora, Shenzhou VII ya efectuó 12 rotaciones alrededor de la Tierra», declaró hoy el portavoz del programa, durante una conferencia de prensa en Pekín.
«Según el último informe de los astronautas y las informaciones del centro de control de Pekín, la trayectoria es normal, así como el trabajo de los astronautas, su condición física es buena», agregó Wang Zhaoyao.
En China, los astronautas también son llamados «hangtianyuan» (viajeros espaciales). En una primera etapa, los científicos los calificaban de «yuhangyuan» (navegadores del universo). La gente común habla de los «taikongren», un término inventado por un malasio de origen chino en 1998 y transformado luego en «taikonauta» por los franceses.
Shenzhou VII desvió su trayectoria hoy, colocándose en órbita alrededor de la Tierra a las dos de la tarde (hora de Guatemala), una maniobra delicada necesaria para preparar la salida al espacio.
Los tres astronautas de Shenzhou VII («nave divina») pasaron hoy dedicados fundamentalmente a preparar, ensamblar y ensayar la combinación de 120 kilos que será utilizada en esta caminata espacial por Zhai Zhigang, un coronel de la Fuerza Aérea, indicó la agencia oficial China Nueva.
Los compañeros de vuelo de Zhai son otros dos pilotos de la Fuerza Aérea, Liu Boming y Jing Haipeng.
Si todo se desarrolla tal como está previsto, la salida al espacio tendrá lugar mañana a las dos y media de la mañana (hora de Guatemala), precisó el portavoz del programa.
En total, la operación durará entre 30 y 40 minutos, incluyendo la apertura y el cierre de la esclusa.
«Pero nuestro astronauta permanecerá 20 minutos en el espacio», dijo Wang.
Las imágenes transmitidas hoy por la televisión central CCTV mostraron a los astronautas en ingravidez dentro de la nave espacial, trabajando en medio de cables y paneles de controles.
Uno de ellos tomaba fotos de la Tierra, según una comentadora de la televisión.
De acuerdo con Zhang Jianqi, uno de los ingenieros jefes del programa espacial, esta misión es «una gran prueba».
«Enviar a tres astronautas al espacio es un progreso tanto en materia de cantidad como de calidad», sostuvo.
«Es un salto adelante tecnológico», agregó, advirtiendo que «los riesgos son muy elevados».
Los astronautas pueden sufrir desmayos, vómitos y náuseas al salir al espacio.
«Eso puede ser mortal», dijo Li Yongzhi, director del departamento médico del Centro de Entrenamiento e Investigación de los Astronautas, citado hoy por el diario China Daily.
En todo caso, el menú fue mejorado con respecto a los anteriores vuelos habitados, con 80 platos en total, en comparación con las 50 especialidades de la última misión.
El cohete Larga Marcha II-F despegó con la nave espacial Shenzhou VII y los astronautas ayer de la base espacial de Jiuquan (noroeste de China).