Asterix cumple 50 años y sigue resistiendo


Jean-Pierre Allain, editor francés, muestra el libro de historietas

Asterix, el pequeño guerrero galo que ha seducido ya a varias generaciones de lectores, celebra su 50º aniversario el 29 de octubre con un nuevo álbum, el número 34 de la serie, y cuenta con seguir resistiendo pese al paso de los años.


Manuel Mendes, escultor de arena, realizó una figura de Obelix, el compañero inseparable de Asterix. FOTO LA HORA: AFP FRED TANNEAU

Todo empezó en agosto de 1959 en un edificio de Bobigny, suburbio del este de Parí­s. René Goscinny y Albert Uderzo se devanaban los sesos allí­ para tratar de idear nuevos personajes para una revista de cómics que iba a ser lanzada en octubre.

La idea surgió finalmente: dos galos, uno bajito y otro gordo. En dos horas, Uderzo esbozó sus imágenes, así­ como las de los otros principales héroes de la tira: el jefe de la aldea, el druida, el bardo. Y, dos meses después, Asterix y Obelix aparecí­an por vez primera en el número uno de la revista Pilote.

Dos años después, el primer álbum fue publicado con una tirada de 6mil ejemplares. El éxito fue inmediato. Asterix y sus galos pasaron a formar parte de la vida de los franceses. En septiembre de 1966, el semanario L»Express daba cuenta en su tí­tulo del «fenómeno Asterix».

Goscinny, de una familia judí­a de origen polaco, y Uderzo, hijo de emigrantes italianos, crearon una mitologí­a francesa.

En la Francia de los años 60, Asterix se convirtió en un sí­mbolo del orgullo recuperado, del pequeño que rehúsa someterse y resiste al poder de los mayores.

En la época se publicaban uno o dos álbumes por año. La serie sobrepasó rápidamente el espacio del cómic para niños y fue adoptada por todos los públicos. Fue la época de «La hoz de oro» de «La vuelta a la Galia» o «Asterix y Cleopatra», y de los primeros dibujos animados. A partir de 1967 la primera tirada de cada álbum sobrepasaba ya el millón de ejemplares.

Pero lo más sorprendente fue que la historia tuvo un éxito similar en el extranjero. En 50 años, se vendieron en el mundo más de 325 millones de ejemplares de las aventuras de Asterix, y la serie se tradujo a 107 idiomas.

Este éxito fenomenal pudo tener su punto final en noviembre de 1977, cuando falleció súbitamente René Goscinny, el guionista superdotado que encarnaba el «espí­ritu» de Asterix e ideaba las ingeniosas frases que todo el mundo recuerda, como la exclamación ¡Están locos estos romanos!

Pero Albert Uderzo decidió continuar la serie solo y agregó diez tí­tulos a la colección en 30 años.

A fines de los años 1990, el cine reactivó la serie a raí­z de tres largometrajes que atrajeron a más de 60 millones de espectadores en el mundo.

El éxito de Asterix despierta las ambiciones, y hubo muchas propuestas para retomar la serie. A fines de 2008, Uderzo decidió vender a Hachette Livres la editorial Albert René que él creó en 1979.

Asterix pasó entonces de la rúbrica libros de los periódicos a la crónica judicial, a raí­z de un doloroso conflicto que opuso el dibujante a su hija única, Sylvie Uderzo, sobre las condiciones de esa venta.

Al vender a Hachette su editorial, Albert Uderzo, de 82 años de edad, aceptó al mismo tiempo que las aventuras de Asterix continúen después de que él muera. Encargó incluso la tarea a dos dibujantes que trabajan con él desde hace años, Fréderic y Thierry Mébarki. Queda por encontrar el guionista que acepte tal desafí­o.

Puesto que el relevo está siendo organizado, Asterix y su banda de simpáticos galos sobrevivirán sin duda a sus creadores. Siempre irreductibles y quizás inmortales.