Los aspirantes presidenciales demócratas prometieron luchar contra el flagelo del SIDA, la pobreza y la discriminación que afecta a los negros estadounidenses, y ser más exigentes con Sudán sobre el conflicto en Darfur, en su tercer debate televisivo el jueves en la noche.
El foro, ante una audiencia mayoritariamente negra en Washington, se realizó horas después de que la mayoría conservadora de la Corte Suprema de Estados Unidos levantara iras entre activistas de derechos civiles, al desmantelar una plataforma de programas de «discriminación positiva» que promovía la diversidad racial en las escuelas.
El senador Barack Obama, que se esfuerza por hacer historia convirtiéndose en el primer negro presidente de Estados Unidos, rindió tributo a los líderes de derechos civiles que lucharon por la integración en el sistema escolar público norteamericano.
«Si no hubiera sido por ellos, no estaría aquí hoy», dijo en el debate en la Howard University en Washington.
El senador Joseph Biden dijo que los magistrados designados por el mandatario George W. Bush, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, y el juez Samuel Alito, «pusieron la corte al revés».
«El próximo presidente de Estados Unidos podrá determinar si vamos o no a continuar este descenso. Esta es la más imperativa decisión generacional que deberá tomar el próximo presidente», dijo Biden.
La favorita demócrata Hillary Clinton, que disputa con Obama el voto de los negros, dijo que se han hecho muchos avances hacia la igualdad racial en Estados Unidos, pero aún no son suficientes.
«Si el VIH/SIDA fuera la principal causa de muerte de mujeres entre 25 y 34 años de edad, habría protestas indignadas en este país», dijo Clinton, logrando una ovación de pie.
«Sí, hemos hecho un largo camino», dijo Clinton, cuyo esposo, el ex presidente Bill Clinton era muy popular entre los electores negros.
«Sí, tenemos un largo camino que andar. La marcha no ha terminado», agregó.
El ex senador John Edwards declaró que «la verdad es que la esclavitud– seguida por la segregación, seguida por la discriminación– ha tenido un impacto y todavía está viva en Estados Unidos».
Los candidatos también prometieron endurecer los intentos estadounidenses para detener la violencia en la atribulada región de Darfur en Sudán.
El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, un candidato minoritario pero que posee una experiencia notable en política exterior como ex embajador estadounidense ante la ONU, cobró peso en el tema de Darfur.
«Consigamos sanciones económicas apoyadas por los europeos. Necesitamos encontrar vías para detener las violaciones masivas» de civiles en esa región, indicó.
Hillary Clinton encabeza la mayoría de las encuestas nacionales entre los ocho candidatos demócratas, con Obama en segundo lugar y Edwards la mayoría de las veces en tercero. Los otros candidatos están muy distantes.
Hillay Clinton, aspirante a la presidencia por el partido demócrata.