El secretario general del Partido Liberal Demócrata (PLD, derecha), en el poder en Japón, Taro Aso, afirmó hoy que se considera «apto» para suceder al primer ministro Yasuo Fukuda, que dimitió ayer, aunque ya empezaron a circular nombres de otros posibles candidatos.
«Pienso que soy apto para continuar las reformas de Fukuda, especialmente el plan de reactivación económica», aseguró Aso, ex ministro de Relaciones Exteriores conocido por sus posiciones nacionalistas, y aspirante por tercera vez a convertirse en jefe del gobierno nipón.
Aso, de 68 años, «halcón» en política exterior y aficionado a las historietas japonesas (mangas), aparecía como favorito en la prensa y en las encuestas para tomar las riendas del país y pilotar la actual crisis.
Aso evocó un plan de reactivación de la econonmía que contempla una serie de medidas adoptadas recientemente por el gabinete de Fukuda, en momentos en que el riesgo de una recesión pesa sobre la segunda potencia económica mundial.
Justamente Fukuda, de 72 años, que había llegado al poder hace menos de un año, anunció su dimisión repentina anoche, al considerar que no estaba capacitado para llevar a cabo las reformas prometidas para salir de la crisis y tras fracasar en su intento de remontar su popularidad mediante una remodelación de su gabinete.
El PLD, el partido de derechas que ostenta el poder en Japón de manera casi ininterrumpida desde hace 50 años, con mayoría parlamentaria, deberá elegir próximamente nuevo presidente, que accederá posteriormente al puesto de primer ministro.
Miembros del PLD recomendaron hoy convocar a elecciones internas el 22 de septiembre para elegir al próximo primer ministro, indicaron fuentes partidarias.
La interna elegirá al presidente del PLD, que luego será elegido primer ministro por una votación en el Parlamento.
El portavoz del gobierno y mano derecha de Fukuda, Nobutaka Machimura, estimó que es «mejor contar con más de un candidato a la elección, para ofrecer al público visiones diferentes».
La prensa nipona evocaba hoy la posible candidatura de Yuriko Koike, ex ministra de Medio Ambiente y luego de Defensa, de 56 años, conocida por el electorado.
«Esto no es una crisis en el PLD, es una verdadera crisis en Japón», declaró Yoike, al dar a entender que se lanzará en la carrera electoral si cuenta con apoyo parlamentario.
Cuando asumió el gobierno, Fukuda contaba con el 60% de apoyo de la ciudadanía, pero ese respaldo se derrumbó a menos del 30%.
Nunca logró imponerse frente a la oposición liderada por el Partido Demócrata de Japón (PDJ, centro), mayoritario en el Senado, donde frenó varios de los proyectos gubernamentales.
En todo caso, los analistas empezaban a interrogarse sobre el verdadero estado de salud del PLD, tras la renuncia, en menos de un año, de dos primeros ministros de ese partido.
«El PLD está mostrando señales de una enfermedad terminal, pues carece de políticos con fuerte liderazgo», afirmó por ejemplo Tetsuro Kato, profesor de Ciencias Políticas en la universidad Hitotsubashi de Tokio.
La prensa japonesa criticó enérgicamente la renuncia de Fukuda, a quien varios de los grandes periódicos calificaron de «irresponsable».
Haciéndose eco de su renuncia, la bolsa de Japón cerró hoy con una pérdida del 1,75%.