Los servicios de socorro esperaban poder auxiliar el jueves a unos 18 millones de damnificados por las inundaciones que han causado en el sur de Asia más de 1.100 muertos desde el comienzo de la temporada de las lluvias, en junio.
En India, los estados de Bihar (este) y Assam (noreste) han sido los más afectados, con unos 12 millones de personas que necesitan agua potable, alimentos y cuidados médicos, señalaron las autoridades locales.
Unos 3.000 pueblos del estado de Bihar quedaron sumergidos por las aguas, informaron los responsables locales.
Para dar idea de la magnitud de la situación, en el distrito de Darbhanga se registraron 875 milímetros de agua en julio, es decir, tres veces más que las precipitaciones del conjunto de la estación de las lluvias en 2006.
Por el momento fue imposible establecer un balance preciso de muertos, ya que las comunicaciones son difíciles y las regiones afectadas muy extensas.
Sin embargo, los responsables afirmaron que al menos un millar de personas murieron desde el comienzo de los monzones, en junio.
En el cercano Bangladesh, se registraron 54 muertes en el norte y centro del país en los últimos días, al tiempo que 5,6 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus casas o quedaron bloqueadas en sus viviendas, según cifras oficiales.
Más de la mitad de los distritos de Bangladesh está bajo el agua. Miles de soldados y voluntarios participan en las operaciones de socorro, mientras que varios equipos médicos se han desplazado a las zonas más afectadas.
Bangladesh está atravesado por 230 ríos que cada año se desbordan e inundan como mínimo un quinto del país. En el verano de 2004 murieron más de 700 personas.
En Nepal, la ONU puso en marcha una operación de socorro para ayudar a cientos de miles de afectados. Al menos 84 personas murieron en el pequeño reino del Himalaya desde mediados de junio debido a las fuertes lluvias caídas, según informó el ministerio del Interior.