Asia celebra jornada contra el sida con desfiles y carnaval


Campaña. Una adolescente en Indonesia entrega unos panfletos para evitar el contagio del sida a través de drogas intravenosas.

Los carnavales de preservativos y los desfiles protagonizaron hoy la jornada mundial contra el sida en Asia, donde los manifestantes pidieron mayor implicación de los Estados para promover los programas de prevención y combatir la epidemia.


En India, el paí­s con mayor número de seropositivos del mundo, se celebraron varios desfiles de enfermos que exigí­an al Estado que pague la totalidad de los gastos médicos.

«SOS – Exigimos la prolongación de nuestra vida», se leí­a en un cartel tras el cual desfilaron cientos de manifestantes en Nueva Delhi. Los protestantes, que vestí­an camisetas negras con la palabra «seropositivo» escrita, reclaman que el Estado sufrague la totalidad del tratamiento, y no sólo los medicamentos básicos.

Este paí­s asiático cuenta con 5,7 millones de personas infectadas por el sida, lo que constituye el mayor número de seropositivos del mundo, por delante de Sudáfrica.

«Los medicamentos me costarán 8 mil rupias (170 dólares) por mes. No tengo ese dinero. Voy a morir», explicaba Arjun Sonkar, de 28 años.

«No le des la espalda al sida», gritaban en Guwahati, en el estado indio de Assam, al norte.

En Tailandia, los manifestantes se congregaron en el parque Lumpini de Bangkok, donde utilizaron maniquí­es para enseñar cómo se utiliza un preservativo para mujeres.

«Es muy importante para nosotras mantenernos alejadas del VIH. Es realmente importante para mi futuro, no quiero arriesgar mi vida», explicaba Vittaya Boonloh, una estudiante de 18 años.

Activistas tailandeses también organizaron un carnaval de condones en Bangkok para impulsar los programas de prevención.

Cerca de 500 estudiantes y activistas desfilaron por las calles del centro de la capital, inflando preservativos y lanzando flechas sobre vejigas-condones, mientras que otros preparaban el festival que debe comenzar en horas de la noche.

A los activistas se sumaron representantes de la Organización Farmacéutica del gobierno de Tailandia, un dí­a después de que el ministro de Salud anunciara que romperí­a la patente del medicamento contra el virus del sida Efavirenz, de un alto coste, producido por el gigante farmacéutico Merck.

El gobierno dijo que esta decisión permitirá un acceso inmediato a este medicamento a un precio menor.

El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, instó el jueves a los dirigentes y ciudadanos del mundo a asumir más responsabilidades en la lucha contra la enfermedad, que causó la muerte a más de 25 millones de personas en 25 años.

Un cuarto de siglo luego de su aparición, el sida (sí­ndrome de inmunodeficiencia adquirida) sigue avanzando, con 11.000 personas infectadas por dí­a y cerca de tres millones de muertes al año.

Unos 39,5 millones de personas son seropositivas o poseen la enfermedad del sida en el mundo, de las cuales 25 millones viven en el Africa negra, según estimaciones de ONUSIDA, el organismo de Naciones Unidas creado hace 10 años para coordinar la lucha a escala mundial.

«La responsabilidad -tema de esta jornada mundial- exige que cada presidente o primer ministro, que cada legislador y polí­tico decida y declare: ’el sida es asunto mí­o», arguyó Annan.

«Pero la responsabilidad no es sólo exigible a quienes están en el poder, se aplica a todos nosotros», subrayó Annan, citando a los medios de negocios, profesionales de la salud, jefes de comunidad y grupos religiosos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), desde su oficina en Manila, también pidió a los dirigentes de la región Asia-Pací­fico que redoblen sus esfuerzos en la lucha contra la enfermedad.

Alrededor de 8,6 millones de personas viví­an en esta región en 2006 con el sida, según cifras de la OMS.

«Los comportamientos de alto riesgo, como las drogas inyectables o las relaciones sexuales sin protección con prostitutas o entre hombres son particularmente evidentes en algunas regiones como Asia», recordó Shigeru Omi, director regional de la OMS para el Pací­fico occidental.