«Buscamos junto a los hombres transformar la sociedad.»
En lugares donde he presentado la iniciativa Más Mujeres Mejor Política siempre alguien incrédulo me pregunta: ¿En verdad cree que las mujeres hacen mejor política? Y la verdad es que no sólo estoy convencida, sino la evidencia internacional es contundente: la política mejora cuando participan más mujeres. No porque las mujeres seamos mejores, sino porque que en el Estado estén representados todas y todos los integrantes de la sociedad es un requisito para la verdadera democracia y el buen gobierno. También es cierto que las mujeres traen a la política las preocupaciones y la experiencia de ser mujeres en el contexto especifico en el que viven, y que en general se preocupan por aspectos de la vida y la convivencia -que cuando sólo hay hombres no se toma en cuenta- justamente por la forma en que el ser mujer y hombre está determinado por nuestras culturas.
La experiencia de los países donde hay mayor participación de las mujeres en política y donde se ha logrado paridad en la representación en los diferentes poderes del Estado es que las mujeres aportan significativamente desarrollando propuestas concretas para construir sociedades igualitarias. Contribuyen con propuestas para cambiar las estructuras de poder entre hombres y mujeres en áreas tan importantes y tradicionalmente invisibles como la corresponsabilidad entre trabajo, familia y vida personal e incorporando una perspectiva de género en áreas tan diversas como la economía, salud, educación, empresas y defensa. Toman en cuenta las necesidades específicas de las mujeres en áreas como la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, la salud sexual y reproductiva y la igualdad en términos de propiedad de la tierra y salarios.
Como manifestaran las parlamentarias que participaron en el Encuentro: «Hacia una agenda política para igualdad de género en América Latina y el Caribe» organizado por el Fondo Español- PNUD para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Madrid en junio pasado «buscamos junto a los hombres transformar la sociedad, lograr un desarrollo económico y social más justo (…) y superar los obstáculos que impiden el logro de la igualdad» www.americalatinagenera.org
Algunos ejemplos de nuestra región lo demuestran: el aumento de congresistas en México ha resultado en leyes y políticas para vivir una vida libre de violencia; presupuestos etiquetados para mujeres; la creación del Instituto Nacional de las Mujeres con un presupuesto significativo y la Ley de igualdad de oportunidades. En Ecuador, la participación de las mujeres en la Asamblea Constituyente aseguró que se priorizarán temas esenciales como el acceso de las mujeres al crédito, tierra y agua; seguridad social para personas que realizan labores de cuidado y el reconocimiento del trabajo del cuidado como trabajo productivo.
Como dice la diputada ecuatoriana, María Paula Romo: «Las mujeres que participan en política se esfuerzan no sólo por estar en política sino por transformarla y lograr que los temas de la agenda de las mujeres sean un compromiso humanístico donde se involucran los sectores progresistas teniendo como aliados a hombres y mujeres de otros sectores que luchan contra la exclusión». masmujeresmejorpolitica@gmail.com