Ashton Kutcher: Rey de las redes


Arrasa en Twitter y es uno de los empresarios más exitosos de la Red, pero Ashton Kutcher no quiere que olvidemos que también es actor. Regresa a la pantalla con Killers, junto a Katherine Heigl.


Cuentan que Ashton Kutcher una vez fue actor. Aunque es probable que en un poco más de lo que se tarda en escribir un Twitter olvidemos que el marido de Demi Moore una vez apareció en una serie llamada That 70″s Show. O en la pelí­cula Killers, que se estrena en España el próximo 6 de agosto, que él mismo produce y en la que comparte cartel con Katherine Heigl y Tom Selleck.

Sin embargo, Kutcher ha sido incluido entre las cien personas más influyentes de EE UU en la lista que confecciona cada año la revista Time. Y es muy probable que Katalyst, la compañí­a que Kutcher fundó junto a su colega Jason Goldberg, domine por completo el entramado digital que aúna redes sociales, branding y producción audiovisual en la Red. Tiene una cartera de clientes con gigantes como Kellogg»s, Pepsi o Nestlé, a lo que hay que sumar el éxito de proyectos como Katalyst HQ, una especie de The Office para la generación Facebook que relata el dí­a a dí­a en las dependencias de su compañí­a. El tipo de 32 años nacido en Iowa y que una vez fue modelo está al otro lado de la lí­nea telefónica y podrí­a ser en breve mucho más relevante por adoctrinar a hordas de ejecutivos extasiados que por salir en una pantalla de cine besando a la rubia del mes.

«Tener más seguidores en Twitter que la CNN es una verdadera locura», comenta el actor. En 2007 batió a la cadena de Ted Turner en una carrera para ser el primero en lograr el millón de seguidores en esta red social. Hoy le siguen más de cinco millones de fieles.

El origen de la competición fue benéfico -recaudar fondos para la lucha contra la malaria- y partió, cómo no, de Katalyst, desde donde se advirtió el potencial de tener entre sus accionistas a una celebridad tan activa en la Red. «Cuando empecé con las redes sociales, la idea era jugar con el sistema un poco. Luego me di cuenta de que era una forma de conexión con el público buení­sima y que, además, me iba a servir para mi trabajo, pues podrí­a saber qué le interesa realmente a la gente. Lo único que temo es acabar exponiendo demasiado y que eso pueda dañar mi carrera. La industria del entretenimiento tal y como la conocemos está agonizando. Lo que hacemos en nuestra compañí­a es mezclar la acción en redes sociales con la llegada de capital de múltiples fuentes. También trabajamos en branding, pero no aspiramos a sustituir a las agencias de publicidad, sino que proveemos contenido y rentabilidad con el fin de que las estrategias web sean exitosas», explica el empresario de éxito, que ha creado un entramado tan brillante que, durante la entrevista, conteste sobre el tema que conteste (el filme, su productora, su actividad en las redes sociales, su esposa…), estará promocionando algo que le puede reportar dividendos.

Porque a pesar de los discretos resultados de su compañí­a de producción de largometrajes -en la tele le ha ido mejor, sobre todo con el programa de bromas con cámara oculta Punk»d- Kutcher insiste con el cine. En Killers invierte en la historia de un agente de la CIA que intenta dejar su trabajo para llevar una vida normal junto a la mujer que conoció durante su última misión. «Logramos bajar unos 30 millones [el presupuesto final del filme es de 75 millones de dólares] sobre el coste de una cinta de estas caracterí­sticas, aunque, claro, la historia no estuvo exenta de problemas. Por ejemplo, llegamos a Niza y en vez de sol, hallamos nubes y frí­o de narices. Además, el primer yate en el que rodamos tení­a una fuga. En Atlanta, más lluvia, niebla y un generador eléctrico roto».

Comedia de acción con ciertos guiños a la era dorada de Hollywood, pero con una baterí­a de gags mucho más al gusto del gourmet de las palomitas, el rodaje de Killers sufrió no sólo las inclemencias del tiempo, sino también algunas arriesgadas decisiones tomadas por este tipo. «Para preparar las peleas me compré un montón de DVD de entrenamiento. Debí­ haberme preparado para luchar en cine también, pues en la primera escena noqueé al especialista con un puñetazo. Eso estuvo muy mal. Más tarde pateé a Rob Riggle en la cara. ¡No podí­a controlarme! Lo cierto es que he hecho daño a mucha gente en este filme. Debí­ haber dejado la acción en manos de los profesionales y dedicarme solo a las bromas».