“La única patria que tiene el hombre es la infancia” Rainer Maria Rilke

En Guatemala se asesina a los niños de diversas formas, sin existir por parte de quienes gobiernan respuesta alguna para detener el flagelo de la muerte física y sicológica. Si todas las paredes de las casas, ranchos, o covachas donde habita un niño o niña hablaran, nos daríamos cuenta de la falsa moral de los mayores, veamos cómo se puede matar a un niño/a:

1) Maltrato físico, cada día se conocen más noticias de niños muertos a golpes por sus progenitores u otras personas, el problema mayor de la violencia estriba en que quien comete el acto violento, va aumentando el grado de ira hasta llegar a los limites más altos, alcanzando ocasionar lesiones graves, o la misma muerte, algunas se hacen públicas, hay otras que la misma familia oculta, y que no llegan a conocerse. 2) Otra forma de matar a la niñez es mediante el ataque sicológico, hay padres y madres que no ejercen violencia física con sus hijos, pero si sicológica, como los gritos altisonantes, los motes o apodos resaltando las debilidades del infante, la exigencia no de buenas, sino que de excelentes notas, y la nula comunicación seria con los hijos, porque señores al hablar con un niño hay que explicarle el proceso diario de la vida, no  hablarle al niño como si fuera un idiota, existen muchos progenitores que consideran innecesario hablar con el niño de forma madura, sin entender que los niños en general son seres con una inteligencia desarrollada que necesitan diariamente escuchar de quienes lo trajeron al mundo la palabra seria en el momento justo, respuesta: el suicidio. 3) Otra forma por demás cruel de matar a los niños/as es la desnutrición infantil tan arraigada en el país, el representante de UNICEF  informó que «Pese a que el promedio nacional de desnutrición infantil es de uno de cada dos niños, en el caso de la población indígena la desnutrición crónica afecta a un 80% de los niños y niñas menores de 5 años». Imagínese solo por un momento que es un niño, y que tiene hambre y sed, no tiene fuerzas para movilizarse, sus brazos y piernas no responden, su horizonte termina en el pequeño patio del lugar donde vive, lleno de moscas,  no puede soñar, porque no sabe que existe otro mundo distinto, y espera solamente la muerte,  que será el único camino en donde terminará su corta vida, si uno de cada dos niños no tiene desnutrición infantil crónica, significa, que el 50% de la niñez guatemalteca tiene posibilidades de vivir, y aun peor si la población infantil llamada indígena tiene solamente un 20% de supervivencia, significa que prácticamente están condenados a morir.

¿Será Justicia Social la eliminación de la niñez? No señores no lo es, y las tres formas de asesinar a la infancia aludidas, son solamente una parte del problema, ya que existen más maneras de  condenar a alguien  antes de nacer a no poder sobrevivir, en un mundo drásticamente desigual, en el que existen 235 ultramillonarios quienes defecan en inodoros de oro, mientras un niño muere en el momento que ellos van al baño, ¿Cómo se puede hablar de competitividad en este escenario? Solamente para quienes no ven más allá de sus narices cortitas que el mundo es bastante grande, y que el futuro está muriendo sin que lo hayamos conocido, por cada niño/a que muere y que no llegará a realizarse como ser humano, ellos ganarán ¿Cuánto, 100.00, 1,000.00? No importa, ese pequeño ser no llegará más allá de su estrecha frontera, ya sea esta por maltrato físico, sicológico, o desnutrición, como estrecha es la mente de quien no asume su responsabilidad.

Probablemente el año entrante subiremos en la lista de los ultramillonarios, que lo más seguro no sea producto del trabajo honrado,  pero también bajaremos un nuevo grado entre los países donde más niños mueren, paradójica realidad de Guatemala.