Asesinan a lí­der radical


Uno de los lí­deres del movimiento radical chií­ta de Moqtada Sadr fue asesinado hoy en Nayaf (centro-sur), lo cual podrí­a reactivar los enfrentamientos entre militares estadounidenses, aliados de las fuerzas gubernamentales iraquí­es, y las milicias sadristas en Irak.


Riyad Al Nuri, jefe de la representación local del movimiento sadrista en la ciudad santa de Nayaf (a 160 km al sur de Bagdad), fue asesinado cuando volví­a a su casa, después de la oración de hoy.

Los atacantes pudieron darse a la fuga sin ser perseguidos.

Al Nuri era uno de los altos responsables del movimiento sadrista a nivel nacional.

Inmediatamente después del incidente, las autoridades locales impusieron un toque de queda indefinido en la ciudad santa.

Este asesinato se produce en momentos de tensión entre el movimiento radical chiita sadrista y el gobierno del primer ministro Nuri Al Maliki, apoyado por Washington, que intenta desmantelar a la fuerza el Ejército del Mahdi (bajo las órdenes del clérigo Moqtada Sadr).

Las fuerzas de seguridad iraquí­es, apoyadas por las tropas norteamericanas, emprendieron una vasta operación del 25 al 30 de marzo en Bagdad, Basora (sur) y varias ciudades del sur chiita contra lo que el gobierno calificó de «criminales» del Ejército de Mahdi.

Después de una semana de relativa calma, los combates se reanudaron el 6 de abril, en el suburbio chiita de Sadr City en Bagdad.

Al menos 75 personas murieron en una semana, cerca de un tercio de ellas por disparos de francotiradores, según una fuente médica.

La lí­nea que separa los dos bandos se sitúa en el suroeste de Sadr City. Este sector está totalmente desértico y bajo vigilancia permanente de los francotiradores de las tropas norteamericanas e iraquí­es.

Numerosos civiles perdieron la vida por disparos de francotiradores norteamericanos, indicaron varios testigos que viven cerca de la zona. Al menos tres personas resultaron heridas el viernes por la mañana por tiradores de élite.

Sadr City es también escenario diario de ataques aéreos norteamericanos, con helicópteros y aviones de caza, que apuntan «a los criminales», según la coalición.

El jueves, seis «criminales muy bien armados» murieron en Sadr City por un misil Hellfire, según el ejército norteamericano. El viernes, otras seis personas sospechosas perdieron la vida en un ataque en Basora.

Según las poblaciones locales, los combatientes del Ejército de Mahdi dejaron de atacar, pero colocaron numerosos artefactos explosivos en las calles de la ciudad.

Algunos coches circulaban en las calles, por las que caminaban los fieles para ir a la mezquita y comprar provisiones en las pocas tiendas que quedaban abiertas.

Todos los accesos a Sadr City seguí­an cerrados por el ejército iraquí­, pero los peatones podí­an acceder al distrito, salvo en las zonas de combate.

El movimiento sadrista denunció el jueves «el asedio» impuesto por el ejército estadounidense y el primer ministro Maliki al inmenso suburbio, y anunció una «catástrofe humanitaria».

Las autoridades militares de Bagdad tienen previsto autorizar la circulación de vehí­culos en Sadr City a partir de mañana.