Asesinan a activista en Ciudad Juárez


Dos cadáveres dentro de un vehí­culo en un asesinato en Ciudad Juárez, México, donde la violencia ha recrudecido por el narcotráfico. FOTO LA HORA: AP Darí­o López-Mills

Al final, ella misma se convirtió en una de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, por las que buscó justicia durante años.

Por OLIVIA TORRES

El funeral de un policí­a, Andrés Gutiérrez, en la violenta Ciudad Juárez. FOTO LA HORA: AP Darí­o López-Mills

Susana Chávez, poetisa de 36 años y la activista que creó la frase «Ni una muerta más», apareció estrangulada y mutilada en una calle de esta ciudad fronteriza con Texas, donde han ocurrido numerosos asesinatos de mujeres, incluso antes de que la violencia del narcotráfico la convirtiera en uno de los lugares más riesgosos del mundo.

Chávez habí­a ido a un bar, donde hizo amistad con tres adolescentes, quienes según las autoridades la mataron en una discusión y le cortaron una mano para hacer que el asesinato pareciera obra del crimen organizado.

Los tres sospechosos de 17 años, que están detenidos, dijeron a las autoridades que son integrantes de la banda Azteca y que se enfurecieron cuando Chávez les dijo que era policí­a por lo que los iba a denunciar, según un comunicado de la procuradurí­a estatal.

Su cadáver fue localizado hace una semana, pero no se le identificó sino hasta el martes, dijeron el miércoles las autoridades.

«Lo curioso es que nosotras luchamos porque se erradique el feminicidio en Juárez y mire usted, ella muere así­, a manos de maleantes», destacó Linda Meza, amiga de la activista.

Chávez era una artista conocida en esta ciudad colindante con El Paso, Texas. Era también una integrante prominente del grupo «Nuestras Hijas de Regreso a Casa», formada por familiares y amigos de las mujeres y niñas desaparecidas o asesinadas en Juárez. Su único libro, «Canto a una Ciudad en el Desierto» se derivó de un grito del corazón en contra de la violencia, escribió. Ese libro incluye el poema «Sangre», concebido desde la perspectiva de una ví­ctima.

Su asesinato fue condenado el miércoles por organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, así­ como por el presidente de la Cámara de Diputados federal, Jorge Carlos Ramí­rez Marí­n, quien exhortó a sus colegas legisladores a honrar su memoria.

«Susana era una noble mujer comprometida con la causa, con su ciudad, a la que amaba con todo su ser», dijo Gustavo de la Rosa Hickerson, de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Chihuahua, donde se ubica Ciudad Juárez.

El asesinato fue resultado de un «encuentro desafortunado» y no tuvo relación alguna con el activismo de Chávez, aseguró el procurador general de Chihuahua, Carlos Manuel Salas.

Salas, quien citó declaraciones de la madre de Chávez, dijo que la poetisa salió de su casa la noche del 6 de enero, y fue a un bar, donde conoció a tres adolescentes, los cuales la invitaron a la casa de uno de ellos.

Tras varias horas de beber discutieron, la llevaron a una ducha, le cubrieron el rostro con cinta adhesiva y comenzaron a sofocarla hasta que murió.

Los sospechosos, incluido un vecino de Chávez, dijeron a los investigadores que debido a que los jóvenes habí­an bebido y consumido drogas, les pareció «fácil» matar a la mujer después de una discusión, dijo Arturo Sandoval, portavoz de la procuradurí­a estatal.

El hecho de que los presuntos asesinos de Chávez fueran tan jóvenes estremeció a una comunidad ya sumamente golpeada por los más de 3.000 homicidios registrados en el último año, que ahora parecen eclipsar los asesinatos de más de 100 mujeres y adolescentes que fueron violadas y estranguladas durante una década, a partir de 1993.

Chávez es la segunda activista asesinada en menos de un mes en Juárez. Un grupo de sicarios mató a tiros a Marisela Escobedo Ortiz cuando protestaba frente a la presidencia municipal en Chihuahua, la capital estatal, en diciembre, a fin de exigir justicia para su hija muerta. El ex novio de la joven es el principal sospechoso de ambas muertes.

El martes los legisladores e Chihuahua votaron unánimemente a favor de presentar cargos contra tres jueces que liberaron al principal sospechoso en el caso de Escobedo, pues ellos argumentaron que su confesión no era una evidencia convincente. Dos de los jueces dijeron el miércoles que se defenderán contra toda acusación.

«Lo curioso es que nosotras luchamos porque se erradique el feminicidio en Juárez y mire usted, ella muere así­, a manos de maleantes.»

Linda Meza

Amiga de Susana Chávez