Quien hasta ayer fungió como Director de País del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Richard Barathe, fue ascendido a jefe de la División de Apoyo, Seguimiento y Evaluación a las Oficinas de País en América Latina y el Caribe, con sede en Panamá.

El nombramiento se da después de la presentación del informe del PNUD, en el que se critica los resultados de la política de “Mano Dura”, que desencadenó una reacción del Ejecutivo.

“Eso deja entrever que el actual Gobierno es intolerante a cualquier tipo de observación, cerrado a la crítica, especialmente de los organismos internacionales; y a la propuesta de mejorar las políticas a favor de los derechos humanos”, dijo Nery Rodenas, de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (Odhag).

De igual forma, Jorge Santos, del Centro Internacional para Investigaciones en Derechos Humanos (CIIDH), indicó que el PNUD ha tenido una larga trayectoria en emitir una serie de informes que colocan sobre la agenda pública, temas cruciales y que abordan las debilidades institucionales con datos estadísticos, lo cual podría haber provocado algún malestar en los funcionarios criticados en estos análisis.

“Es reflejo del ejercicio del poder del actual Gobierno en cuanto a la visión autoritaria y alejada de los mecanismos democráticos”.