La 38 Asamblea General de la OEA comenzará el domingo en Medellín, Colombia, con la mira puesta en las crisis que golpean a la región, como la ruptura de relaciones entre Quito y Bogotá, las tensiones políticas en Bolivia y el incremento de los precios de los alimentos, adelantaron fuentes de la organización.
En diálogo con periodistas en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, previo a partir a Medellín, el secretario general de la institución continental, José Miguel Insulza, reconoció que el tema escogido para la cita de este año -«Juventud y valores democráticos»- se verá opacado por la discusión de problemas concretos que afectan al continente.
Especial atención tendrá, reconoció Insulza, la crisis entre Colombia y Ecuador que derivó en una ruptura de relaciones por parte de Quito, tras un operativo militar colombiano en suelo ecuatoriano contra un campamento de la guerrilla de las FARC, que dejó unos veinte muertos, entre ellos el número dos del grupo rebelde, Raúl Reyes.
La OEA auspicia desde horas después de ocurrido ese operativo el primero de marzo, una misión de buenos oficios que apunta a restablecer las relaciones entre las dos naciones andinas.
«Lo que todavía está pendiente son los problemas del primero de marzo», algunos de cuyos aspectos aún quedan por aclarar, por ejemplo desde donde fue lanzado el ataque al campamento guerrillero, declaró Insulza.