Como algo cotidiano, los usuarios de una unidad de transporte vivieron momentos de terror, primero al ser despojados de sus pertenencias y luego al escuchar varias detonaciones de armas de fuego con el saldo de tres muertos y tres heridos.

Marí­a Celestina Ambrosio llegó a la edad de sacar su cédula de vecindad y esta mañana abordó el bus de la empresa Tacaná con placas comerciales 028-BFT, con destino a San Pedro San Marcos, con la mala suerte de encontrarse con su tí­o que viajaba en la misma unidad, su tranquilidad se vio interrumpida cuando circulaban por la calzada Roosevelt y 30 avenida y se escucharon los gritos de varios hombres que indicaban que entregaran sus objetos de valor.

Luego sin saber de dónde provení­an las detonaciones, uno de los pasajeros que vení­a dentro de la unidad repelió el asalto, uno de los delincuentes utilizó el cuerpo del tí­o como escudo humano de Marí­a para protegerse de los disparos, luego en la confusión los que sobrevivieron se dieron a la fuga.

El piloto de la unidad detuvo su marcha en un parqueo de una venta de materiales de construcción.

Bomberos Municipales que se presentaron a la calzada Roosevelt y 40 avenida luego de recibir la llamada de varias personas que se percataron de lo sucedido, les prestaron los primeros auxilios a varios pasajeros que resultaron heridos, trasladándolos en varias de sus unidades a la emergencia del hospital Roosevelt, dentro de la unidad quedaron los cuerpos de dos hombres, por lo que los bomberos solicitaron la presencia de fiscales del Ministerio Público para las diligencias.

Otros usuarios fueron atendidos en el lugar ya que tení­an una fuerte crisis nerviosa no ameritando su traslado a un centro asistencial.

En tiempo récord fiscales del Ministerio Público (MP) se presentaron a la escena donde quedó estacionado el bus, e identificaron a las ví­ctimas mortales de este asalto que fue frustrado en parte por un pasajero, dejando un saldo fatal. Fueron identificados como: Pilar Gómez Zapet de 31 años originario de Sipacapa, San Marcos y José Cupertino Ramos Chávez de 44, originario de la aldea Tunichí­n, éste último se dedicaba a trabajos de jardinerí­a.