Para echarse a las agitadas aguas de la politiquería electoral, los diferentes grupos que ya todos conocemos han de haberlo meditado mucho, conscientes de que don ílvaro Arzú, el jefe actual del principal gobierno municipal del país, tiene todas las probabilidades de lograr fácilmente su reelección por el próximo período.
Arzú ocupa por segunda vez el codiciado solio del «palacio chiquito» (hay algunos que lo llaman «palacete de la loba»), del cual pasó al trono del «gran palacio verde esperanza», como diría don ílvaro Colom, quien enarbola precisamente la bandera de ese color?
El ex mero, mero del PAN y ahora primer capitán del Partido Unionista, ha realizado buen trabajo al frente de Tu Muni metropolitana, trabajo que puede apreciarse en lo material, cultural y social; lo penúltimo y lo último con buena carga de civismo y de humanismo, respectivamente.
La urbe capitalina está adquiriendo un rostro más amable, risueño, bastante atractivo. Es notorio el cambio. Debemos reconocerlo.
Nosotros, cuando reporterilmente andábamos a caza del huraño pajarillo, o sea la noticia, visitábamos casi a diario las oficinas del Instituto Guatemalteco de Turismo y, por lo regular, entrevistábamos a su director, señor Arzú, quien con atinadas medidas promovía no sólo el turismo internacional, sino también el turismo nacional. Otros únicamente se dedicaron a impulsar el primero y, así, dejaban de lado el segundo.
Pues bien, don ílvaro Arzú puede barrer en las urnas para seguir actuando como burgomaestre de este alegre valle de lágrimas y, si fuere el caso, podría ser reelegido en el futuro tres, cuatro o más veces por ser un gallo político bien jugado que, con hechos, no con las palabras demagógicas que caracterizan a otros, ha demostrado ser emprendedor, proyectista y desarrollista cuando se halla al frente de cualquier posición.
Los viejos y los nuevos politicantes enamorados de la simbólica vara y de las «varas doradas, muy doradas» del gobiernito de nuestro valle, van a morir engañados porque con don ílvaro no van a poder.
Al ex presidente Arzú lo bombardean de cuando en cuando por el hecho de haber dispuesto privatizar unos entes estatales que, por cierto, se encontraban mal administrados, los cuales, al menos hoy por hoy, están siendo explotados de lo lindo por negociantes extranjeros que, según referencias que son pescadas en aguas abisales y en no profundas, andan del brazo con audaces inversionistas de nuestro solar?
Estamos seguros, pues, de que don ílvaro Arzú saldrá nuevamente airoso; es decir, victorioso, con mucha facilidad, en las justas cívicas ?digamos que cívicas- del 9 de septiembre próximo entrante, cuando el conglomerado ciudadano podrá ejercer el legítimo derecho de elegir: a) nuevos ocupantes de la presidencia y de la vicepresidencia; b) diputados y diputadas que habrán de calentar las «perezosas» del Congreso, incluidos e incluidas los y las que están pretendiendo eternizarse en esos taburetes, no obstante su tremendo desgaste como el de los zapatos de los buhoneros ambulantes y como si hubiesen hecho buen papel en materia de legislación en pasadas «glorias», y c) alcaldes y concejales, quienes asimismo en crecido porcentaje se han mellado en su período, con repudio popular, por no querer dejar las sinecuras; por cometer abusos, por el nepotismo, por desatender las justas demandas comunitarias y por tamaños actos de corrupción.
Es posible que el electorado esté tratando como a desgano asistir a las urnas, y no se descartan verdaderas andanadas de votos nulos y de abstencionismo sin precedentes. En la calle se siente pesada atmósfera de frialdad, de indiferencia, de apatía, respecto del actual jaleo comicial, pero ojalá que los que se dispongan a sufragar sepan distinguir quién es quién para no ser multirreincidentes en los graves errores de otros tiempos que tienen a Guatemala y a los guatemaltecos en un callejón sin salida…