Artistas exhiben su vida al público


Dos artistas plásticos brasileños resolvieron abrir sus vidas a los transeúntes que circulan por el centro histórico de Rio de Janeiro y montaron una «casa» abierta al público… colgada de una pared a cinco metros de altura.


Tiago y Gabriel Primo, de 27 y 20 años respectivamente, pasan varias horas al dí­a en la sencilla «vivienda» que adosaron a la pared de la galerí­a de arte A Gentil Carioca, en pleno centro histórico de Rio de Janeiro.

La obra «no tiene mensaje», explicó Gabriel Primo a la AFP, cómodamente sentado en una silla blanca en la parte baja de la instalación, que se expone hasta agosto y cuenta también con dos camas, televisión, un sillón y una muy carioca hamaca.

«No tení­amos nada en mente además de llenar este espacio», aseguró el artista, explicando así­ el sentido de la idea que es, simple y modestamente, convivir con los transeúntes de una forma original.

Gabriel Primo, atado al muro con implementos de «rappel», como se denomina al deporte que consiste en escalar verticalmente, afirmó que le gusta atender a las reacciones de quienes pasan por el lugar, que por decenas se detienen a ver la singular expresión artí­stica ideada por su hermano.

«La gente pregunta si es una protesta. Otros se quedan 10 minutos parados sin decir nada. Un niña le preguntó a su madre «Â¿mamá por qué ese hombre está contra esa pared?», y la madre respondió: «Hija, porque los brasileños tienen una forma especial de darse contra la pared (en el sentido de ser testarudos)», recordó.

Paulo César, de 57 años, se detiene a mirar la obra.

«De la nada sacó algo inteligente. Los brasileños tienen esa facilidad de crear algo de la nada. Es un tipo inteligente», afirmó.

«Está loco o es gay», le grita otro pasante. «Va a terminar cayéndose de ahí­», dice moviendo la cabeza con preocupación un abuelo, vecino del lugar.

El proyecto forma parte de una iniciativa más amplia denominada «pared gentil», que comenzó hace cuatro años para «abrir un diálogo entre el arte contemporáneo y el público en la calle», explicó Marcio Botner, uno de los propietarios de la galerí­a que consiguió el patrocinio de coleccionistas privados para efectuar para la instalación.

Esta obra en particular plantea la cuestión de «cómo y dónde se vive», señaló Botner, y busca ser un «incentivo» para que personas que tal vez no tuvieron acceso a una buena educación, se formulen preguntas sobre el arte.