Arte Mudéjar


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El Arte Mudéjar, bello ejemplo de la influencia artística musulmana en la Península Ibérica, es un capítulo artístico importante en el desarrollo de las artes españolas, particularmente en el ámbito de la arquitectura.

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Héctor Camargo
Heki06@gmail.com

Ciertamente, culto lector, para el estudioso de la conciencia estética occidental el Arte Mudéjar se le presenta como una simbiosis de estilos artísticos tanto de la cultura ibérica como de la musulmana. O sea, Arte Mudéjar es una conjunción estética de lo hispano y de lo musulmán. Y tiene sus orígenes en las relaciones de poder y culturales que se dieron en los territorios musulmano-cristianos de la Península Ibérica entre los siglos XII y XVI.

El Arte Mudéjar es propiamente español pero con incuestionables influencias arabo musulmanas. Este fenómeno se produjo a causa de que posterior a la Reconquista de 1492, de los territorios dominados por los musulmanes, muchos de éstos continuaron viviendo en los territorios reconquistados por los españoles.

EL CONCEPTO
El término Mudéjar es, originalmente, una palabra de origen árabe, pero hispanizada, que significa algo así como domado o domesticado. Es una palabra un tanto bárbara pero que en un principio designaba a los individuos de religión musulmana quienes por voluntad propia o por la fuerza de las armas, habían aceptado la autoridad de los monarcas españoles a partir de la Reconquista.

TRASFONDO HISTÓRICO
Recordemos que los musulmanes invadieron la Península Ibérica en el año 711 y, sorprendentemente, no tardaron mucho tiempo en conquistar toda España peninsular como todo Portugal continental pero también el sur de Francia. La conquista musulmana fue rápida y duró únicamente unos dieciséis años. Pero su estadía en España fue muy larga, duro unos ocho siglos, hasta la Reconquista de 1492.

Durante el dominio musulmán hubo tolerancia religiosa. En ese entonces, los monarcas musulmanes –a diferencia de los cristianos- no se destacaban por ser fanáticos religiosos. Prueba de ello es que judíos tanto como cristianos convivieron en entera paz bajo el dominio de las autoridades musulmanas. Los monarcas musulmanes fueron tolerantes con las otras religiones y aceptaron la libertad de culto tanto de los seguidores de Roma como de los hijos de Israel.

Posterior a la Reconquista, los mudéjares -a diferencia de los judíos, a quienes los cristianos forzaban o mataban si no querían convertirse al Catolicismo, siguieron conservando su libertad de culto. Y fue hasta mediados del siglo XVI, después de tantas persecuciones en contra de los judíos, que la situación de los mudéjares cambió de forma negativa a causa del fanatismo e intolerancia de los españoles.
A partir de allí, los mudéjares fueron perseguidos y obligados a convertirse al Cristianismo. Para los que ya se habían convertido al catolicismo la situación no fue diferente pues los conversos musulmanes fueron acusados –como antes con los judíos convertidos- de falsos cristianos- y serán también masacrados. Esta vez, la nefasta Inquisición beberá sangre morisca. El año de 1610 es un capítulo oscuro, lleno de dolor y persecución en la vida de los llamados cripto musulmanes.

CULTURA MUDÉJAR
Recordemos, fiel lector/a, que la invasión musulmana de la Península Ibérica, aparte de la guerra, tuvo también efectos positivos en los ámbitos de la cultura, la agricultura y las artes. Debido a que con la llegada de los ejércitos arabo musulmanes –quienes en realidad es su mayoría eran bereberes del norte de África- llevaron a España nuevas tecnologías y técnicas de irrigación pero también parte del pensamiento clásico griego. Esto último debido a que en el mundo árabe, a diferencia del europeo, se habían realizado muchas traducciones directas –del gringo al árabe- de los textos de la filosofía clásica griega.

Dentro de este contexto resulta interesante observar que muchos de los musulmanes mudéjares estaban relacionados tanto con las profesiones artesanales como con las artes decorativas pero también con la música. Es un hecho que en muchos proyectos arquitectónicos y de renovación la mano de obra también incluía a muchos obreros musulmanes y entre estos a maestros, artesanos y artistas mudéjares.

LA ARQUITECTURA
El arte arquitectónico es el ámbito en el que, sobre todo, sobresale el Arte Mudéjar. Y para el estudioso de la historia del arte occidental resulta evidente que los diferentes períodos de la tradición arquitectónica española –románico, gótico y renacentista- están fuertemente marcados por la influencia del estilo mudéjar. Los maestros mudéjares no querían transformar las formas y conceptos arquitectónicos de la tradición ibérica, sino simplemente influenciarla y remodelarla a través del uso de nuevos materiales, como el ladrillo, el yeso, el tallado de la madera y la decoración con metales.

Sin embargo, es evidente que en lo referente a la estructura arquitectónica lo geométrico sobresale como un elemento puramente característico de esta corriente. El movimiento geométrico, lo voluptuoso, conjuga con la intención de los maestros mudéjares que trataban de reducir al máximo las superficies planas con estilizados relieves. Hoy resulta evidente que dichos relieves, que sobresalen por su complicada elaboración, hacían parte de la tradición arquitectónica arabo-musulmana en la que la utilización del yeso era fundamental.
Es importante señalar que el arte mudéjar no fue algo sin importancia, ni mucho menos. Lo mudéjar invadió muchas ciudades españolas como León, Ávila, Segovia, entre otras.

La ciudad de Teruel fue, sin duda alguna, un centro donde floreció la arquitectura mudéjar y la que transformó para siempre la fisonomía arquitectónica local. Entre los bellos ejemplos del arte mudéjar vale la pena mencionar la Torre Mudéjar de El Salvador, en Teruel. La Catedral de Teruel, Patrimonio Cultural de la Humanidad, es también otro imponente ejemplo de la belleza del arte mudéjar. Pero también el imponente Castillo de la Mota en Medina del Campo, Valladolid.

Tanta fue la influencia mudéjar en la tradición arquitectónica española que parece que dicha influencia cruzó también el océano Atlántico y se hizo presente en América. El convento de San Francisco, en Lima Perú, es un ejemplo de nuestras afirmaciones. Dicho convento, fuertemente marcado por el estilo barroco, guarda, según la crítica especializada, evidentes influencias mudéjares. Particularmente en todo lo referente a la ornamentación y decorado geométrico.

Observamos que la decoración con figuras geométricas, relieves estilizados y finos acabados de los interiores de las torres, galerías y catedrales, constituyen ejemplos de la magia de las formas y colores del estilo mudéjar. La fusión de materiales como el ladrillo, el yeso, la madera y la cerámica producen una obra de arte arquitectónica única en su tipo.

Lamentablemente con la Reconquista española de los territorios dominados por los musulmanes muchos monumentos –que los árabes se habían tardado siglos en construir- fueron destruidos en poco tiempo a causa del fanatismo religioso que, en ese tiempo, imperaba en las cabezas de muchos habitantes de la Península Ibérica. Particularmente influenciados por hombres nefastos como el dominico e Inquisidor General  Tomás de Torquemada. Ese mismo Torquemada quien, aparte de perseguir, torturar y quemar a miles de judíos, fue el responsable de su expulsión de España en 1492.

De tal manera, culto lector/a, bien podríamos concluir afirmando que el Arte Mudéjar es, sin duda alguna, un ilustre sobreviviente del fanatismo y la intolerancia religiosa, el cual caracterizó gran parte de la vida española con el inicio y desenlace de la Reconquista de 1492.

A mediados del siglo XVI, después de tantas persecuciones en contra de los judíos, la situación de los mudéjares cambió de forma negativa a causa del fanatismo e intolerancia de los españoles.