Al redondear sobre la 12 calle y 7ª. avenida se puede apreciar el Arco, vestigio antiguo de una ciudad que empezaba a expandirse y a crecer. Con el pasar del tiempo, el edificio de Correos pasó de ser la principal oficina postal para Guatemala a luego ser abandonada, para después revivir como una nueva oficina de correos y ahora a ser un centro para la formación cultural.

En sus corredores, antes silenciosos, ahora se ven multitudes de artistas de todas las edades y el bullicio puede llegar a abrumar los sentidos, con música clásica, ya sea la ejecutada por los alumnos del centro, o la que resuena en bocinas aumentada por la acústica del edificio.

Junto con la música el cuerpo puede convertirse en una obra en movimiento, y la Escuela Municipal de Danza Clásica enseña a los más jóvenes, de ambos sexos, a utilizar su cuerpo para expresarse a través de la danza y el ballet.

Alumnas y sus madres son vistas, unas aprendiendo, ensayando y ejecutando complicados pasos de danza mientras otras esperan, en la Escuela Municipal de Danza Clásica ubicada en el Centro Cultural Metropolitano conocido anteriormente como Edificio de Correos. El ballet es admirado por muchos, en especial por la expresión corporal que requiere y la dura disciplina al aprenderse. La escuela fue fundada en marzo de 2004 con el apoyo del Alcalde de la ciudad, ílvaro Arzú.

El objetivo es que los niños y niñas interesados en desarrollarse en este arte, puedan hacerlo con una cuota accesible, siendo de 25 quetzales mensuales y 10 por inscripción anual. Las clases son impartidas por maestros especializados. Actualmente la escuela cuenta con 220 alumnos. El año pasado una delegación de alumnas junto con la maestra, Gabriela ílvarez, viajaron a Monterrey, Nuevo León, México, para participar en el festival Arte por la Paz que se realizó el año pasado. El viaje fue posible gracias al apoyo que la Municipalidad de Guatemala otorgó a la academia.

Las alumnas presentaron una danza garí­funa, inspirada en la música y las costumbres de esta etnia guatemalteca, con una coreografí­a creada por la maestra ílvarez, al igual que una danza inspirada en la música del Pájaro Blanco del maestro Jorge Sarmientos.

Fue tanta la expectativa y el gusto del público a las danzas guatemaltecas, que fueron invitadas nuevamente este año para participar en el mismo festival que se realizará esta vez en Bulgaria, en donde posiblemente les sea entregada la batuta del festival, para que Guatemala sea la anfitriona el año próximo.