Art Basel abrió sus puertas ayer y un minúsculo pero destacado grupo de galerías y artistas de Latinoamérica comenzó a mostrar sus trabajos a miles de coleccionistas y curadores de todo el planeta.
Por noveno año consecutivo las miradas del mundo del arte pasarán cinco días focalizadas en la ciudad playera de Miami Beach, donde se realiza la feria, la más importante de Estados Unidos y una de las más destacadas del mundo. Ayer pudieron acceder a la muestra un selecto grupo de invitados VIP y la prensa. El público general podrá hacerlo desde hoy.
Art Basel Miami Beach combina una selección internacional de 250 galerías reconocidas y emergentes mientras que otras galerías y museos de Miami, paralelamente, aprovechan la concurrencia internacional para realizar muestras especiales.
Cerca de 20 galerías de Latinoamérica exhiben en el Centro de Convenciones de Miami Beach trabajos de artistas como el colombiano Fernando Botero, el cubano Wifredo Lam, los venezolanos Carlos Cruz-Díez y Jesús Rafael Soto, los brasileños Sergio Camargo y Laura Lima, la chilena Johanna Unzueta y la argentina Marta Minujín, entre otros.
En los amplios espacios de galerías de Argentina, Brasil, Colombia y México, las pinturas y esculturas de artistas emergentes y reconocidos de Latinoamérica se funden con obras de colegas de América del Norte, Europa, Asia y ífrica, entre los que se destacan Pablo Picasso, Henri Matisse, Alexander Calder y Joan Miró.
En total se exhiben pinturas, esculturas, dibujos, instalaciones, fotografías y videos de más de 2 mil artistas provenientes de 29 países diferentes.
Los organizadores esperan que acudan unas 40 mil personas, y las galerías latinoamericanas consideran esta una excelente oportunidad no sólo para vender su arte, sino también para hacer contactos con coleccionistas internacionales.
Los precios van desde unos cuantos cientos de dólares, por ediciones limitadas de artistas jóvenes, hasta varios millones de dólares por obras maestras de calidad museística.
Art Basel es importante para los artistas latinoamericanos «porque pone sus trabajos frente a importantes coleccionistas de todo el mundo», expresó Annette Schonholzer, una de las directoras de la feria. «La localización también es importante porque Miami es la puerta de América Latina», indicó.
Los dueños de distintas galerías de arte coincidieron con los organizadores.
«Es un honor estar en la feria más importante de América y una de las más importantes del mundo», manifestó Ramón Cernuda, dueño de Cernuda Arte de Miami, que expone 42 obras de artistas del modernismo cubano como Lam, Cundo Bermúdez, Mario Carreño y René Portocarrero, entre otros.
Las galerías y artistas quieren estar presentes porque «es una feria internacional que atrae a coleccionistas del mundo entero, de Europa, Sudamérica, y hasta de Asia», sostuvo.
Las obras, aseguradas en nueve millones de dólares, incluyen «Los novios» de Lam, valorado en tres millones de dólares y que por primera vez se ofrece a la venta pública.
Así también lo entienden las galerías de Europa, que llegan a la muestra en busca de clientes de Latinoamérica.
«Aquí nos encontramos con amigos de Estados Unidos y de Sudamérica, de Argentina, Brasil, Perú, Venezuela, México», expresó Tim Neugar, uno de los dueños de la galería Neugarreimschreider de Berlín, que exponía nueve esculturas blancas de hombres vendados tamaño natural del polaco Pawel Althamer, valuadas en unos 75 mil dólares cada una.
La muestra se divide en varias secciones, la más importante la de Galerías de Arte, donde exponen galerías como Cernuda, A Gentil Carioca, de Brasil; Ruth Benzacar de Argentina y Kurimanzutto y OMR de México, junto a otras como Gmurzynska de Suiza, Neugar Reimschneider de Alemania y Acquavella de Estados Unidos.
En la sección Art Positions, el guatemalteco Darío Escobar, el colombiano Gabriel Sierra, la chilena Johanna Unzueta y los mexicanos Héctor Zamora y Jorge Méndez Blake, exhiben junto a artistas de diferentes países del mundo proyectos individuales vanguardistas.
La muestra incluye también la sección Art Public, curada por segunda vez por el historiador de arte Patrick Charpenel de Guadalajara, México. En la misma, los trabajos son colocados al aire libre, irrumpiendo la rutina diaria de los transeúntes de maneras sorprendentes.
En el programa Ocean Front Nights México ocupa un lugar central, con un despliegue de música, video y actuaciones que comparte con las ciudades de Berlín, Detroit y Glasgow.
Reconocidas galerías y artistas latinoamericanos se dan cita desde hoy en Art Basel Miami Beach, la mayor muestra de arte contemporáneo en Estados Unidos, donde representantes de la región buscarán captar la atención de inversionistas que llegan de todo el mundo.
Unas 20 galerías latinoamericanas fueron seleccionadas para participar de la exhibición, que congrega un total de 200 compañías exponentes, la mitad de ellas de Estados Unidos y gran parte europeas.
Obras de Salvador Dalí, Joan Miró, Man Ray, Andy Warhol, Henri Matisse, Pablo Picasso y Le Corbusier, entre cientos de otros, se mezclan con consagradas firmas latinoamericanas como Jesús Soto, Joaquín Torres García y con figuras emergentes.
La muestra, que se caracteriza por la oferta de alto nivel artístico y gran volumen de negocios, ofrece obras de museo de los maestros internacionales, valuadas en varios millones de dólares, pero también piezas de artistas nuevos con precios accesibles de cientos de dólares.
«Apostamos al arte latinoamericano porque creemos que tiene gran calidad y una enorme proyección internacional», el venezolano Henrique Faría, uno de los directores de la galería Faría Fábrega, de Caracas, la primera de ese país en participar de Art Basel.
Este año, Brasil es el país de América Latina con mayor presencia en Art Basel, con 11 galerías.
Nara Roesler, dueña de la galería del mismo nombre, de San Paulo, dijo que «el buen momento económico que atraviesa Brasil permite a los artistas salir y mostrarse internacionalmente».
«Para vender arte hay que salir a buscar a quien lo compre porque los grandes coleccionistas no van a ir a mirar a Brasil, vienen a estos sitios», comentó.
Con la economía global en un mal momento muchos inversionistas ven en la crisis una oportunidad para la compra de arte a mejores precios.
Jorge Mara, de la galería Mara La Ruche, de Buenos Aires, dijo que este año ofrece «opciones para todos los bolsillos» y cree que muchos coleccionistas que están más retraídos por la crisis encuentran en el arte latinoamericano «una muy buena opción por la excelente relación calidad-precio».
Se espera que unas 40.000 personas visiten la exposición, que se desarrolla hasta el domingo y que cuenta con representantes de 29 países que desplegarán sus obras en varios puntos de la ciudad, según anunciaron los organizadores el miércoles en la preapertura para la prensa y coleccionistas VIP.
La monumental exhibición tiene su núcleo en el Centro de Convenciones de Miami Beach donde, en distintos espacios, se exponen pinturas, dibujos, esculturas, instalaciones, fotografía y videos.
Pero la muestra se extiende a otras partes de Miami Beach con programas como el Oceanfront Night (un espacio abierto frente a la playa), en el que este año se representa el arte –cine, música, video y otras disciplinas– de cuatro ciudades, una de ellas Ciudad de México.
Además, esculturas e instalaciones de muchos artistas internacionales se exponen en parques y espacios públicos, en el programa Art Public, curado por el mexicano Patrick Charpenel.
Los artistas locales, la mayor parte concentrados en el llamado distrito Wynwood, cercano al centro de Miami, tienen sus estudios abiertos para visitas guiadas diarias mientras dura la exposición.
Al mismo tiempo que Art Basel funcionan otras quince muestras de arte, que invaden Miami estos días como satélites de la gran exhibición internacional, y que intentan atraer a parte de los visitantes en busca de oportunidades.
Una de esas muestras, Design Miami, inauguró la exhibición el martes con muy buenas ventas, lo que alentó a los expertos a creer que podrían verse este año señales de recuperación en el mercado de arte.