El Arsenal se resignó ayer a un empate 0-0 ante el Chelsea, con lo que se perdió la oportunidad de volver a la punta de la Liga Premier inglesa en solitario.
Por décima ocasión, Arsene Wenger fracasó en su intento de obtener un triunfo frente a José Mourinho. En las dos estadías de Mourinho como técnico del Chelsea, Wenger ha obtenido sólo cinco empates y cinco derrotas en su contra.
El «derby» londinense, disputado bajo la lluvia en el Emirates Stadium incumplió con las expectativas generadas en la última semana. Fue un partido con escasas oportunidades de gol.
Chelsea estuvo más cerca en el primer tiempo, cuando un tiro de Frank Lampard se estrelló en el travesaño, mientras que Arsenal sólo amenazó la meta de Petr Cech en los últimos minutos, con un tiro de Olivier Giroud que se fue desviado.
«Conseguimos un buen punto pero dejamos escapar dos en casa», resumió Wenger, cuyo equipo había caído por una goleada de 6-3 ante el Manchester City en su compromiso anterior.
Arsenal se ubica debajo de Liverpool por diferencia de goles, y tiene dos puntos de ventaja sobre el Chelsea, que marcha cuarto.
La misión de Mourinho era controlar el ataque del Arsenal, que no ha caído como local en la liga desde el primer encuentro de la temporada. Y el técnico portugués tuvo éxito con un esquema que privilegió el orden en la cancha.
«Para nosotros era importante no perder este partido», dijo. «Una cosa es estar dos puntos detrás de los líderes y otra hubiera sido rezagarnos a cinco».
Ahora, la preocupación principal del estratega debería ser la ofensiva. Ningún delantero del equipo ha anotado como visitante desde diciembre pasado. El español Fernando Torres ha sido ineficaz al frente.
Por lo menos, la zaga mantuvo a raya al Arsenal.
«Arsenal mostró frustración en la cancha porque no pudo generar jugadas ni penetrar», afirmó Mourinho.
Wenger se mostró disgustado al señalar que el árbitro no marcó un penal a favor del Arsenal en el primer tiempo, cuando Theo Walcott cayó tras un aparente contacto de Willian.