Luego de especular sobre una posible contratación del técnico colombiano Hernán Darío Gómez para dirigir a la Selección de fútbol de Perú, ayer se confirmó el contrato de cuatro años que mantiene el cafetero con la Azul y Blanco de Guatemala.
jgdeportes@lahora.com.gt
El diario peruano El Comercio tituló en una de sus ediciones de días atrás «Informe: La Operación Bolillo Gómez», en relación al supuesto no firmado contrato del estratega con la Federación Nacional de Fútbol de Guatemala (FEDEFUTBOL). El técnico colombiano no ha firmado contrato con la federación guatemalteca. Sólo tiene un acuerdo verbal», citó a continuación el citado periódico.
Sin embargo, en declaraciones dadas ayer a distintos medios de comunicación de Guatemala, í“scar Arroyo, presidente de la FEDEFUTBOL, desmintió la cita del entrenador dada a El Comercio.
«Gómez tiene un contrato con la Federación de fútbol chapina por cuatro años a partir del 20 de abril del 2006 al 20 de abril del 2010», aclaró Arroyo.
«No es cierto que se le deba dos meses atrasados, pero de todas maneras se hará una revisión y si existe alguna molestia, se arreglará cuando él retorne al país», agregó el presidente de la FEDEFUTBOL.
La cita textual de El Comercio
A continuación, Diario La Hora cita de manera textual parte de la controversial cita de Gómez tomada de la página electrónica de El Comercio peruano del 8 de enero de 2007.
«En el círculo dirigencial es un secreto a voces que los candidatos más fuertes para dirigir la selección peruana son dos: Juan Carlos Oblitas y Hernán Darío Gómez.» El mismísimo Manuel Burga lo ha comentado, nunca de manera oficial pero sí a otros directivos.
La confirmación de este interés nos llegó hace poco a través de nuestro colaborador Jorge Barraza, que se encontró en Asunción con otro alto directivo peruano, quien le confirmó que Gómez está en el bolo. Respecto a él, dijo que «su tarea en la tricolor ecuatoriana fue fabulosa.
Gómez gusta a los dirigentes peruanos. Al colombiano le fascina la idea de dirigir la blanquirroja. Lo único que falta para finiquitar la operación es que el técnico rompa su vínculo con Guatemala. Algo que no es imposible. De hecho, tenemos un antecedente muy parecido. El año 1999, Francisco Maturana era entrenador de la selección de Costa Rica, pero llegó la oferta peruana y el colombiano dejó a los ticos con los crespos hechos y un contrato a medio cumplir.
En este caso, habría que preguntarse primero si existe un contrato entre el profesor y la federación guatemalteca. Según las indagaciones hechas con colegas de aquel país, dicho papel nunca se firmó. «El entrenador colombiano es una excelente persona y no había necesidad de redactar un documento; fue un arreglo de palabra», comentó en una ocasión í“scar Arroyo, presidente de la Federación Guatemalteca de Fútbol. Esto ha sido ratificado por el entrenador, quien en una ocasión declaró que su vínculo con los guatemaltecos «es un arreglo verbal y mientras tenga comprometida mi palabra, cumpliré».
¿Honrará su palabra el técnico? Aunque en sus declaraciones públicas sigue insistiendo en que Guatemala es un reto y le interesa, lo cierto es que en su última visita a Bogotá le comentó a un grupo de periodistas amigos que «no siente competencia real y necesita otro reto», uno con una selección que tenga «por lo menos cinco jugadores de nivel». ¿Cumple Perú con ese requisito? Raspando, pero parece que sí.
Bolillo vive en una zona residencial de Guatemala, en una vía que conduce a El Salvador. Completan su comando técnico su hermano Gabriel Barrabás Gómez, como asistente técnico y el preparador físico Elkin Sánchez, también colombiano.
Los resultados, hasta el momento, no lo han acompañado. Bajo la dirección de Gómez, Guatemala ha jugado cinco partidos y solamente ha sacado un empate, 1-1 con la débil Haití. Perdió dos veces con Honduras (2-3 y 1-2), una vez con Panamá (1-2) y con Venezuela (1-3).
¿Su sueldo? En Guatemala se comenta que le pagan unos 30 mil dólares mensuales a todo el equipo técnico. Una cifra perfectamente superable por la FPF, pues ya se gastó lo mismo (y más) en los comandos técnicos de Francisco Maturana y Paulo Autuori.
En Alianza Lima pueden dar fe del valor de la palabra de Gómez. «El 2005 llegó a un acuerdo con Cuchi De Souza Ferreira para tomar el equipo, pero no quiso firmar contrato hasta llegar a Lima. Nunca llegó».