Los ocho presuntos terroristas detenidos hoy por la policía británica en Birmingham (centro de Inglaterra) habían previsto secuestrar a un soldado musulmán y filmar su ejecución, indicaron fuentes de los servicios de seguridad.
El espectacular ataque terrorista estaba previsto para los próximos días y la víctima, que fue identificada, debía ser torturada, decapitada y su muerte filmada y puesta luego en la red Internet, como ha ocurrido con varias personas secuestradas en Irak.
La víctima designada, un soldado musulmán, «iba a ser decapitada y un filmación en vídeo de su muerte iba a ser puesta en el Internet», indicó una fuente de seguridad a la AFP.
Una fuente del ejército precisó que la víctima iba a ser un soldado musulmán.
«Esta operación recuerda la naturaleza real y seria de la amenaza terrorista que enfrentamos», subrayó la policía en un comunicado.
Las detenciones se efectuaron en la madrugada del miércoles en operaciones en varios barrios de Birmingham efectuadas por la policía de WestMidlands en colaboración con Scotland Yard.
Los ocho hombres fueron detenidos en el marco de la ley antiterrorista, indicó la policía, agregando que todos son sospechosos «de haber ordenado, preparado u organizado actos de terrorismo», en el marco de la ley antiterrorista 2000.
La policía confirmó que «varias direcciones en Birmingham fueron controladas, su acceso fue prohibido y actualmente están siendo registradas». Según fuentes de seguridad, 12 casas de esa ciudad fueron allanadas esta madrugada.
Los servicios de seguridad están al tanto de unos 30 planes terroristas en Gran Bretaña, y la acción que fue desbaratada esta madrugada era uno de ellos.
La operación antiterrorista de la policía británica había sido puesta en marcha desde hacía varios meses, en estrecha colaboración con los servicios de inteligencia internos, MI5, indicaron fuentes de seguridad.
Un ataque como el planeado por los sospechosos aprehendidos este miércoles no ha sido perpetrado jamás en Gran Bretaña, donde, en 2005, los terroristas atacaron el servicio de transporte londinense.
Pero los extranjeros en Irak viven bajo la constante amenaza de ser secuestrados y ejecutados.
Según fuentes de los servicios de seguridad británicos, si el plan de los terroristas hubiese tenido éxito, habría sido similar a los secuestros de los rehenes británicos Ken Bigley y Margaret Hassan por insurgentes iraquíes.
Bigley fue secuestrado en Irak en septiembre del 2004 y su asesinato, tres semanas después, fue filmado en vídeo por un grupo que había exigido la liberación de mujeres iraquíes detenidas por las fuerzas estadounidenses en Irak.
Margaret Hassan, que tenía la doble nacionalidad iraquí y británica, fue secuestrada en octubre de 2004 y asesinada un mes después.