Aunque los nombres de algunos políticos que aspiran a dirigir los destinos del país en los próximos cuatro años ya se conocen, existirán algunas sorpresas a partir de la semana próxima, cuando se anuncie la conformación de los binomios que representarán a distintas organizaciones en la contienda electoral del presente año.
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La Gran Alianza Nacional (Gana), actualmente en el poder, ha sido de las primeras en presentar a sus candidatos, siendo estos el ex director general del Sistema Penitenciario, Alejandro Giammattei y Alfredo Vila, hasta hace algunos días, secretario privado del gobierno de í“scar Berger, además del Centro de Acción Social (CASA), que postulará a Eduardo Suger y Luis Méndez para la presidencia y vicepresidencia.
Para el comité ejecutivo de la Gana no fue fácil decidir su futuro, pues durante el año anterior se registraron fenómenos que le afectaron (aunque sus dirigentes lo niegan), destacando entre ellos la quiebra de Bancafé el 19 de octubre, que obligó al candidato a elecciones primarias Eduardo González Castillo a renunciar, ante el desgaste que sufrió, debido a las presiones por parte del millón 300 mil afectados.
Posteriormente se produjo el accidente que dejó fuera de la contienda al ex ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación, ílvaro Aguilar Prado, y después la renuncia del doctor Francisco Arredondo, quien recientemente fue nominado para buscar la presidencia por el Partido de Avanzada Nacional (PAN).
Aunque el artículo 221 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, reformado por el artículo 127 del Decreto 10-04 en su inciso b establece que a partir de la convocatoria a elecciones, la propaganda no tendrá más limitaciones que las establecidas en la ley y que como tal prohíbe en la actualidad la promoción de cualquier persona que se postule a cargo de elección popular, algunos partidos se las han ingeniado para trasladar desde ya, a la mente del elector, las figuras que los representarán.
Por tal razón, el TSE le ha llamado la atención al actual presidente, í“scar Berger, pues durante sus recientes apariciones públicas ha llevado agua a su molino al repetir en sus discursos que «la población debe de votar por quienes están haciendo obras».
De la propia Gana se ha desprendido el ex canciller Jorge Briz Abularach para promover su candidatura por el Movimiento Reformador, cuyas imágenes ya comenzaron a aparecer en televisión, al igual que las de Rodolfo Rosales García Salas del partido Los Verdes.
El general Otto Pérez Molina, del Partido Patriota, ofrece a la población combatir frontalmente la delincuencia, pero al momento se desconoce quien será su compañero o compañera de fórmula, al igual que el de ílvaro Colom, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
El último reporte proporcionado por el licenciado Francisco José García Cuyún, del departamento de organizaciones políticas del Registro de Ciudadanos del TSE, establece que 19 organizaciones se encuentran legalmente inscritas como partidos políticos, al superar los 15 mil 220 afiliados que manda la ley electoral.
Estos son el Frente Republicano Guatemalteco con 40 mil 504; Unidad Nacional de la Esperanza con 71 mil 278; Gran Alianza Nacional con 22 mil 467; Partido Patriota con 31 mil 939; Democracia Cristiana Guatemalteca con 71 mil 254; Partido de Avanzada Nacional con 37 mil 417; Partido Libertador Progresista con 12 mil 792; Unión Democrática con 16 mil 603; Movimiento Reformador con 18 mil 246; Los Verdes con 11 mil 487; Desarrollo Integral Auténtico con 20 mil 928; Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca con 17 mil 274; Bienestar Nacional con 17 mil 635; Partido Unionista con 17 mil 972; Alianza Nueva Nación con 20 mil 047; Frente por la Democracia con 20 mil 524; Centro de Acción Social con 15 mil 759; el Partido Social Demócrata con 16 mil 351 y la Unión del Cambio Nacionalista con 17 mil 260.
En la actualidad existen nueve comités cívicos que aspiran a convertirse en partidos políticos, entre los cuales destaca Encuentro por Guatemala, que ya registró 17 mil 598 afiliados, por lo que únicamente espera la notificación oficial del máximo tribunal en materia electoral, para obtener su nueva figura.