El estadounidense Lance Armstrong, que volvió este año a la competición, fijó su «plena forma» para el 4 de julio, el día de la salida del Tour de Francia, la mayor prueba por etapas del mundo, que buscará ganar una octava vez.
«Quiero estar fuerte en el Giro. Pero no al máximo», declaró Armstrong en una larga entrevista publicada hoy por el diario L»Equipe, a propósito de su participación en el Giro de Italia en mayo.
«Quiero estar al 90 por ciento. El objetivo es hacer un buen Giro, terminar entre los 10 o los cinco primeros», añadió el norteamericano.
Antes de participar el sábado en Milán-San Remo, su primera carrera en Europa, y en la Vuelta a Castilla y León en España (del 23 al 27 marzo), el texano hizo balance: «Tengo todavía que perder peso. Debo todavía ganar fuerza, hacer largos ascensos como los de Castilla y León.
«Tengo que recuperarme de un problema de espalda que no va muy bien todavía desde la Vuelta a California», declaró el ciclista.
Después de sus tibios resultados en esta última carrera, en febrero de 2009, Armstrong, de 37 años, explicó que su cambio de posición no fue concluyente sobre la bicicleta de contrarreloj.
«Volví a recuperar mi antigua posición. Veremos en España, debería ir mejor. La crono será de 28 kilómetros, con un pequeño repecho a la mitad», declaró, en referencia a una contrarreloj que correrá en la Vuelta a Castilla y León.
El séptuple vencedor del Tour comunicó su programa entre el fin del Giro y el comienzo del Tour, periodo durante el cual será otra vez padre y se quedará en «Aspen (Colorado) para esperar al bebé el 5 o el 6 de junio».
Armstrong considera que allí «hay altitud, buenos ascensos, un buen clima», y añadió que después volverá «a Niza una semana antes de la salida».
El estadounidense se encuentra precisamente en este ciudad francesa donde recuperó sus antiguas rutas de entrenamiento y donde respondió al periódico francés.
«Nunca tuve ningún problema, ya fuera en un restaurante, en bicicleta o en la calle», se congratuló preguntado sobre su vuelta a territorio galo.
Armstrong también comentó la participación de su compañero de equipo, el español Alberto Contador, gran perdedor de la París-Niza: «Es el mejor del mundo, lo único negativo, y lo digo con todo el respeto, es que está demasiado nervioso. (…) Es demasiado bueno para ponerse así de nervioso.»
«Puede aprender de mí, de Johan (Bruyneel, manager del equipo Astana), de Ekimov (otro director deportivo). Sé muchas cosas sobre ciclismo. Y Johan también. La mejor de todas, es que hay que relajarse», avisó el líder de Astana.
«Â¿Qué edad tiene? Veinticinco o veintiséis años, por lo que puede aprender estas cosas», continuó Armstrong a propósito de Contador, ganador del Tour de Francia 2007 y del Giro y la Vuelta 2008.
Sobre la Milán-San Remo, el sábado, el texano reconoció presentarse sin ambición: «Lo que más me preocupa, es que es una carrera técnica peligrosa». Pero añadió que quiere correr «una clásica». «Y entre las clásicas más importantes, es la más accesible», concluyó.