Armas artesanales aún son una amenaza para la seguridad


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Pese a la proliferación de armamento moderno y de grueso calibre entre grupos delincuenciales, el uso de armas de fabricación casera –hechizas– en actos delictivos, es un problema que aún preocupa a las autoridades. Informes policiales refieren que existen herrerías ubicadas en Villa Nueva, Mixco y varios puntos de la Ciudad de Guatemala que se dedican a fabricar y vender este tipo de artefactos, a los que es muy difícil seguir la pista, por lo que representan un riesgo para la seguridad ciudadana.

MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

El disparo de un arma hechiza puede ser tan mortífero como el de un artefacto fabricado en serie y su precio, de aproximadamente Q20, es en buena medida asequible, por lo que adquirirla y utilizarla sin supervisión es relativamente fácil.
 
Es por eso que las autoridades reconocen que ese tipo de armas representa una amenaza para la seguridad ciudadana, y aseguran que trabajarán para desarticular las líneas de fabricación y comercialización que se las facilitan a los grupos delincuenciales.
 
Informes de la Policía Nacional Civil (PNC) señalan que a partir del 2005 se redujo considerablemente la demanda de las armas hechizas, ya que las organizaciones delictivas crecieron exponencialmente y así también incrementaron su capacidad para adquirir armamento sofisticado.
 
Sin embargo, reconocen que en la actualidad todavía se fabrican “por encargo” en herrerías, a solicitud de pequeños grupos criminales que buscan amedrentar y atacar a sus víctimas con armas de fuego, pero no tienen la capacidad para comprar las convencionales.
 
Los reportes policiales dan cuenta que los lugares donde más se utilizan son Villa Nueva, Mixco y las zonas 18, 6 y 5 de la Ciudad de Guatemala; los delincuentes asaltan y extorsionan a familias, vendedores ruteros o dependientes de pequeños negocios.
 
El año pasado, a través de allanamientos y capturas en flagrancia, la PNC incautó 253 armas hechizas; los lugares con mayor número de decomisos fueron los departamentos de Guatemala, 56; Quetzaltenango, 37 y Suchitepéquez, 22.
 
Hasta el 23 de enero de 2012, la Policía reportó la incautación de 12 armas de fabricación artesanal, principalmente en Quetzaltenango, 4 y Guatemala, 3, lo cual evidencia que su uso aún está vigente.
 
Uno de cada 10 asesinatos, se realizó con un arma hechiza, agregan las fuentes.
 
TUBOS Y SOLDADURAS
 
La composición de un arma artesanal es simple y rústica, por lo que incluso puede resultar inseguro para quien la utiliza, pero no por eso deja de ser efectiva para su propósito.
 
El prototipo más común consta de dos piezas de tubos galvanizados, de diferente grosor, a los que se les adhieren sujetadores del mismo material con una soldadura simple. 
 
El más grueso de los tubos se sella en uno de los extremos y se le coloca un tornillo que sirve como percutor; a esta pieza se le introduce la más angosta, de tal manera que se pueda mover con rapidez en su interior y así proyectar las balas al realizar un movimiento fuerte. 
 
En la mayoría de casos se utilizan cartuchos de 12 milímetros, similares a los que se usan en escopetas, los cuales expulsan perdigones.
 
DIFÍCIL RASTREO
 
Las pandillas y la delincuencia común, con la evolución a través de las diferentes tipologías del crimen, sustituyeron la década pasada, de las armas hechizas por equipo fabricado en serie, ya que las “ganancias” que generaban principalmente las extorsiones le permitieron obtener recursos para adquirir mejor armamento.
 
Carmen Rosa de León, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES), refiere que el fácil acceso a las armas de fuego y la evolución delictiva permitió relegar los artefactos artesanales.
 
“La impunidad del mercado de armas permite que se recurra a armas industriales que son más letales porque disparan varios tiros, lo contrario a las armas hechizas. Lo que hace falta es reiterar los controles sobre la venta ilícita de armamento, tener unidades de fuerzas de seguridad orientadas al rastreo de quienes son los que están comercializando armas ilícitas”, dice De León.
 
Agrega, que en la actualidad no hay acciones de investigación y rastreo de armas ilícitas, pues no han logrado desarticular ninguna fábrica o comercializadora ilegal.
 
“Hace algunos años hablamos con Ángel Conte Cojulum, -cuando era Viceministro de Gobernación en la administración de Óscar Berger-, para crear una comisión de desarme y una de las primeras acciones que planteamos fue precisamente el problema de las armas hechizas. El tema se abordó en una reunión; poco a poco fue disminuyendo, pero después se incrementó la problemática de las armas industriales ilícitas”, destacó la entrevistada.
 
De León indica que la demanda por armas industriales aumentó, pero no por eso se han dejado de utilizar las artesanales.
 
 “Era parte del negocio, las herrerías proveían bastante armamento, incluso se habló del cierre de las que estaban identificadas, luego el problema fue disminuyendo, ahora el porcentaje es menor”, resaltó.
 
LAS MUERTES
 
Según un informe de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), el año pasado fueron asesinadas de forma violenta 5 mil 681 personas; de esa cantidad, 4 mil 676 murieron por el impacto de proyectil de arma de fuego, lo cual representa un 88 por ciento.
 
Los informes policiales dicen que una de cada 10 personas es asesinada por un arma artesanal, pero destaca que son utilizadas principalmente como mecanismo de amenaza.
 
Óscar Sacahuí Pérez, miembro de ERAS (Elisa Reyes, Asociación en contra de los disparos al aire), considera que las leyes para regular el control de las armas y municiones aún son permisivas, por eso debe realizarse un análisis y revisión de la misma.
 
“Creemos que la ley todavía es permisiva en cuanto al número de armas y municiones permitidas que se otorga en Guatemala, aún es exagerado, la solicitud por de pronto es la aplicación de la Ley y un análisis restrictivo; de Centro América, la –Legislación- de Guatemala es más permisiva”, resalta.
 
El entrevistado opina que también es imprescindible que exista una persecución implacable en contra de los artefactos artesanales, pues aunque son menos letales, sí son causantes de muerte.
 
“Debe haber una persecución implacable para las armas hechizas, aunque no son tan letales y sofisticadas como las de fábrica, son peligrosas. Mucha gente ha muerto por un arma hechiza”, señala.
 
APLICACIÓN DE LEY
 
El ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, dice que existe un marco legal para regular la circulación ilegal de armas de fuego, pero hace falta aplicar las leyes.
 
“Lo que ha hecho falta es voluntad para hacer cumplir la Ley; con el ordenamiento jurídico que tenemos nosotros podemos hacer muchísimas cosas, pero de qué nos sirven las leyes si no las operamos, si no las hacemos cumplir. Las leyes existen para que se cumplan y nosotros hemos hecho toda la revisión desde el año pasado, de las leyes que nos permiten desarrollar acciones para la lucha contra la delincuencia y el crimen”, dice el funcionario.
 
López Bonilla destaca que las Fuerzas de Tareas realizan un análisis para identificar los lugares donde existe mayor incidencia delictiva, lo cual dará pauta para contrarrestar la circulación ilegal de armamento.
 
“Hay un trabajo adelantado sobre eso, cada una de las Fuerzas de Tarea –principalmente contra el sicariato- está desarrollando sus mapas de riesgo, que es lo que le permite saber dónde existe mayor riesgo; la amenaza es más fuerte y vulnerable, porque no ha habido presencia policial, no hay presencia de la autoridad, o no hay un sistema organizado para digitar información; sobre la base de eso es que se enfoca toda una planificación de acciones de control”, indica
 
El objetivo, según él, es identificar a las estructuras y proveedores de armamento.
 
El Titular de la Cartera del Interior dijo que la circulación de las armas hechizas, debe ser regulado, principalmente en los departamentos con mayor demanda.
 
“Los puntos que usted me menciona –en la Capital- son donde ha habido más información, pero quiero contarle que cuando uno habla de armas hechizas, que es un sinónimo de armas artesanales, no producidas industrialmente, sino producidas por conocimientos de armería, de gente que tiene conocimientos y las desarrolla, por ejemplo San Marcos es un área donde todavía se hace, desde hace 40 o 50 años se produce, allí se fabrican escopetas artesanales”, explica.
 
El funcionario admite que la circulación ilegal de las armas, es un reto para su Cartera, pero está dispuesto a concentrarse para erradicarlo.
 
“Lo que vamos a hacer es fomentar la legalización, porque allí tenemos control de las armas, está la huella balística que nos permite identificar si un arma que está legalizada puede estar involucrada en un hecho delictivo; pero todo lo clandestino por supuesto que no está y los criminales se la andan jugando con todo el margen de la ley, entonces vamos a ir a un plan de desarme, buscando todas las armas clandestinas, su portación y la judicialización buscando penalizaciones, en contra de las personas que trafiquen, que porten, o que tengan armamento que no está registrado”, concluyó.

“La impunidad del mercado de armas permite que se recurra a armas industriales, que son más letales porque disparan varios tiros, lo contrario a las armas hechizas. Lo que hace falta es reiterar los controles sobre la venta ilícita de armamento, tener unidades de fuerzas de seguridad orientadas al rastreo de quienes son los que están comercializando armas ilícitas”.
Carmen Rosa de León
IEPADES