Vecinos indignados cortaban hoy accesos a Buenos Aires y calles de la capital en protesta por las interrupciones del servicio eléctrico, que en los casos más extremos ha dejado a usuarios sin luz y agua durante más de diez días en medio de una fuerte ola de calor.
Un grupo de personas mantenía cortada la autopista Dellepiane, que une la capital con las localidades vecinas al suroeste y con el aeropuerto internacional de Ezeiza. Además otros vecinos bloqueaban una avenida en el barrio de Boedo, en el oeste de la capital, y bomberos tuvieron que rescatar en la misma zona a los habitantes de edad avanzada de 800 departamentos de dos torres que están sin luz desde hace más de 20 horas.
Los protagonistas de los piquetes señalaron a la prensa que ésta es la «única forma» que tienen de que las distribuidoras de energía eléctrica, Edenor y Edesur, atiendan sus reclamos. En los bloqueos, los vecinos queman neumáticos para impedir el paso de los automóviles.
En la noche del jueves se sucedieron las manifestaciones en calles, carreteras y vías del ferrocarril en una docena de barrios de la ciudad y en localidades de los alrededores por la falta de suministro eléctrico. En la víspera, las temperaturas treparon a más de 37 grados centígrados.
El gobierno insiste en que las distribuidoras son las responsables de los cortes -que desde hace años ocurren cuando se producen olas de calor- y las acusan de no haber invertido lo suficiente. Además las autoridades sostienen que el problema también está en la alta demanda energética a causa de la proliferación de aparatos de aire acondicionado.
Julio de Vido, ministro de Planificación Federal, afirmó que «hace 40 años no se producía una ola de calor de semejante magnitud» en Buenos Aires y en varias provincias del centro y norte de Argentina y señaló que la demanda de energía alcanzó el jueves picos de 24.000 megavatios. También dijo que el gobierno se comprometerá a resarcir económicamente a los damnificados.
Además el gobierno exigirá a las compañías prestadoras del servicio eléctrico que atiendan personalmente y no con contestadores los reclamos de los usuarios y anunció que multará a las empresas por los extendidos cortes de luz.
Aunque el gobierno responsabiliza enteramente a las distribuidoras del problema, analistas atribuyen los cortes de luz a una mezcla de falta de inversión de las empresas y falta de planificación estatal en el sector energético, fuertemente subsidiado y en el que las tarifas están congeladas desde hace años.
La presidenta Cristina Fernández no se ha referido públicamente a la crisis energética. La mandataria está tomando unos días de descanso en la provincia patagónica de Santa Cruz, donde las temperaturas están por debajo de los 15 grados.
Las distribuidoras aseguraron que atienden los reclamos. No precisaron cuántos usuarios siguen damnificados y cuándo se restablecerá el servicio enteramente. Edesur anunció que ha organizado junto con la compañía estatal de aguas un operativo para proveer agua potable a los vecinos de los edificios sin luz.
El Servicio Meteorológico Nacional anunció que la ola de calor se prolongará en la capital y parte del país al menos hasta el 1 de enero, con temperaturas entre 34 y 38 grados.