Una persona murió en la ciudad argentina de Concordia durante el saqueo a un comercio en medio de una ola de ataques en al menos cuatro localidades, en coincidencia con huelgas de policías que reclaman aumentos salariales.
El jefe de Gabinete Jorge Capitanich informó hoy a los periodistas que una persona, que no fue identificada, murió electrocutada y más de 20 resultaron heridas ayer por la noche mientras irrumpían en un comercio de Concordia, localidad situada en la provincia de Entre Ríos a 430 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Al referirse a ese y otros incidentes similares, Capitanich dijo que responden a «acciones intencionadas de grupos que pretenden generar caos y zozobra». El gobierno sostiene que los saqueos que se producen desde hace una semana, no son consecuencia de una crisis social sino hechos delictivos organizados por bandas.
El gobierno monitorea la situación en cada uno de los 24 distritos para asegurar «la protección ciudadana», señaló el funcionario. Se dispuso «una intervención territorial de Gendarmería Nacional (policía de fronteras), Prefectura Naval (guardacostas) y también la Policía Federal para salvaguardar el orden público», agregó.
En tanto, un comercio de artículos electrónicos fue saqueado también el domingo por la noche en la localidad de Barranqueras, en la provincia norteña de Chaco, al tiempo que desconocidos intentaron asaltar supermercados en la cercana Resistencia, capital provincial, en el marco de la protesta policial en reclamo de aumento salarial, dijeron medios de prensa.
Por otro lado, una docena de negocios fueron saqueados en las últimas horas en distintos barrios de Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de la capital argentina, luego de que más de un centenar de policías de la provincia de Buenos Aires se acuartelaron en las comisarías de esa ciudad costera para reclamar mejoras salariales y laborales. Unas 17 personas fueron detenidas.
El alcalde de Mar del Plata, Gustavo Pulti, pidió «a las grandes superficies comerciales, a los supermercados, que no abran sus puertas». Los comercios fueron asaltados por personas que se movilizaron en motocicletas o a pie.
«Reconocemos que hay una situación de conflicto, pero en las redes sociales hay una intención abierta de querer provocar una situación de caos», señaló Pulti a periodistas.
Capitanich admitió por su parte que «es tensa la situación» en la provincia de Buenos Aires a raíz del reclamo salarial de la policía y de los ciudadanos que aún no recuperaron el servicio eléctrico luego de un temporal ocurrido días atrás.
El funcionario criticó a los policías por «extorsionar». «Algunos aspectos pueden encuadrarse en el delito de sedición», advirtió Capitanich, quien señaló que el Estado ha incrementado casi diez veces la transferencia de recursos en los últimos años y todas las negociaciones sobre aumentos salariales se concretaron a lo largo del año.
En tanto, agentes policiales de franco, acompañados por efectivos retirados y familiares comenzaron a concentrarse frente a la sede del Comando de Patrullas y Prevención de la ciudad de Corrientes, 1.040 kilómetros al norte de Buenos Aires, para sumarse a los reclamos por mejoras de sueldo, dijeron medios de prensa,
El viernes agentes de la provincia norteña de Catamarca, de Santa Fe y de las sureñas de Neuquén y Río Negro se declararon en huelga, lo que puso en alerta a las autoridades por temor a que se extiendan los saqueos a comercios y las motivó a iniciar negociaciones con los acuartelados para que cesen las protestas.
Una huelga de policías en la provincia de Córdoba, a 700 kilómetros al norte de la capital argentina, desencadenó hace una semana una ola de robos y saqueos a supermercados y comercios, con un saldo de dos muertos y cientos de detenidos. La situación se normalizó luego de que el gobierno provincial accediera a mejorar las condiciones laborales de los oficiales.