El gobierno argentino negó hoy que esté al borde de entrar en cese de pagos debido al litigio con los tenedores de deuda impaga en Estados Unidos.
«La República Argentina cumple regularmente con el pago de la deuda por lo que no hay default de ninguna naturaleza», aseguró el jefe de gabinete Jorge Capitanich en rueda de prensa.
Agregó que «Argentina es un país solvente y tiene los recursos necesarios para afrontar sus compromisos» con sus acreedores reestructurados en dos canjes de deuda en 2005 y 2010.
Capitanich anunció además que el ministro de Economía Axel Kicillof no participará en la negociación del viernes en Nueva York con el mediador Daniel Pollack, designado por el juez de esa ciudad Thomas Griesa en el caso de los acreedores en cese de pagos desde 2001. Precisó que en su reemplazo concurrirá «un equipo jurídico y financiero».
Kicillof y Pollack se reunieron el lunes en Nueva York, en una cita que se extendió por más de tres horas.
Argentina reiteró en varias oportunidades que considera imposible cumplir con la sentencia de la justicia de Estados Unidos que la obliga a pagar unos 1.500 millones de dólares a los bonistas que no ingresaron a los dos canjes de deuda -y que representan sólo el 1% del total de los acreedores-. Además ha solicitado que se suspenda la sentencia para poder cancelar obligaciones con los tenedores de deuda reestructurada.
Griesa anuló el pago que el Estado argentino debía realizar el 30 de junio a los tenedores de bonos reestructurados, lo que ha dejado al país al borde de un nuevo default.
Los bonistas reestructurados, que aceptaron una fuerte quita de capital, representan 92% del total de acreedores de la deuda argentina. El gobierno de Cristina Fernández sostiene que una cláusula firmada por el país en ambos canjes de deuda le impide ofrecer mejores condiciones a los inversores que en su momento no aceptaron la propuesta.