Los argentinos podrán adquirir dólares con fines de ahorro a partir del lunes, anunció el gobierno, al tiempo que acusó a «intereses muy fuertes» de atentar contra el proyecto económico, mencionando en particular a la petrolera Shell.
El jefe del Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía Axel Kicillof dijeron ayer en una rueda de prensa que la medida se adopta porque el precio de la divisa alcanzó «un nivel de convergencia aceptable» según los objetivos de las políticas económicas, luego de que en la víspera el peso argentino se devaluó 11 por ciento comparado al dólar, la peor caída en 12 años.
Después de anunciar el fin parcial del cepo cambiario, Kicillof, dijo a Radio Continental que «hay intereses muy fuertes atentando contra el proyecto económico» y acusó a la petrolera angloholandesa Shell de contribuir al derrumbe del peso el jueves con la compra de 3 millones de dólares.
«Hubo un pedido por 3,5 millones de dólares de la compañía Shell cursada por un banco extranjero que pretendió poner el dólar a 8,40 (pesos)», apuntó Kicillof en diálogo con radio Continental. «Estos mercados, como son maleables, cuando se marca un precio alto y se hace público, aumentan las expectativas para que se piense que está en ese nivel y no estamos hablando de pequeños ahorristas, sino de los que marcan expectativas y tiran dardos todo el día para desestabilizar».
El presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, en declaraciones a la prensa local confirmó que la empresa había realizado esa operación para sus importaciones y exportaciones de combustibles, transacciones aprobadas por el Banco Central.
Las restricciones a la compra de dólares comenzaron a fines de 2011 debido a la fuga de divisas. Fueron en aumento hasta que se permitieron únicamente y de forma muy restringida a los particulares que alegaban que los necesitaban para viajar al exterior, aunque debían pedir un permiso previo a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
A partir del lunes, los ciudadanos podrán comprar dólares para ahorrar pero continúa la obligación de justificar antes el fisco el origen de los ingresos.
El dólar llegó el jueves a los 8 pesos, aunque finalmente terminó cotizando a 7,75 pesos en el mercado oficial tras la intervención del Banco Central, en el marco de una agresiva estrategia de devaluación para corregir el atraso cambiario, por la cual dicha entidad financiera limitó sus operaciones en el mercado cambiario. La devaluación del peso fue la mayor en un día respecto a la moneda estadounidense desde marzo de 2002, cuando el país sufría una grave crisis.
Tras el anuncio del gobierno, la cotización del dólar oficial cerró el viernes en 8 pesos en promedio, respecto a los 7,75 de la víspera. En tanto el dólar paralelo o ilegal, llamado «dólar blue», bajó a 11,8 pesos respecto a los 13 del jueves, en una plaza con tendencia a la especulación, según las autoridades.
Además el Ejecutivo anunció que a partir del lunes se disminuirá de 35 a 20% la retención para los compradores de dólares y para los que realicen compras en el exterior con tarjetas de crédito, que luego puede ser reintegrada en la declaración jurada de impuestos anual.
Los argentinos, que tradicionalmente ahorran en dólares, reaccionaron con escepticismo al anuncio de su gobierno, que paradójicamente siempre negó la existencia del «cepo». En las redes sociales la consigna #chaucepo fue furor, mientras líderes opositores y analistas coincidieron en señalar que esta medida por sí sola no alcanza para corregir el rumbo de la economía del país sudamericano, en franco deterioro por una inflación del 25 por ciento anual, caída de reservas internacionales y falta de inversión.
«Hemos decidido autorizar la compra de dólares para tenencia y ahorro. Robin: a la Baticueva», ironizó el usuario @FranciscoKlein en referencia a las «cuevas», como los argentinos apodan al mercado negro de dólares y que se potenció a partir de las restricciones. «El domingo acampamos en la puerta de una casa de cambio como si fuese un Apple Store lanzando el iPhone 18 #chaucepo», escribió @LeandroRandazzo.
«Es necesario dar también señales en las políticas monetaria y fiscal, para lo que hay que desacelerar el gasto y hacer más atractivo el ahorro en pesos mediante al aumentos de las tasas de interés», señaló Juan Pablo Ronderos, de la consultora abeceb.com.
En la misma línea, Aldo Abram, de la consultora Exante, dijo a la AP que «hay que bajar el ritmo de crecimiento del gasto público porque si no, seguirán exprimiendo las reservas del Banco Central y esto implicaría alimentar la inflación y una pérdida de reservas en poco tiempo, además de que el peso se apreciaría».
Las reservas han disminuido en los últimos meses y actualmente están en unos 29.200 millones de dólares. En 2013 descendieron en unos 12.700 millones.
Para Matías Carugati, de la consultora Management & Fit, el llamado cepo al dólar «fue uno de los grandes errores» del gobierno. Fue, según el economista, «una medida para atacar las consecuencias de un problema», que era la inflación. El alza del costo de vida había vuelto al dólar muy barato, por lo que se produjo una compra masiva de la divisa que afectó el nivel de las reservas internacionales y que condujo al gobierno a aplicar las restricciones para su compra.
«Seguramente con esta medida el dólar se va a disparar», apuntó Malena Pérez, de 47 años, dueña de un negocio de venta de golosinas y gaseosas. «Yo en este gobierno no confío, me cuesta creer que pueda comprar dólares así nomás».
El cepo al dólar así como las restricciones a las importaciones afectaron el negocio de Pérez, ya que varios productos populares como una conocida marca de papas fritas de Estados Unidos y chocolates se volvieron imposibles de conseguir o a precios muy altos, que inevitablemente trasladó a sus consumidores.
En lo que va de este año, Pérez dijo que los precios de golosinas, galletitas y bebidas azucaradas aumentaron entre 10 y 20%.
Los hechos de esta semana en la Argentina sirvieron de «disparador» de una tendencia internacional más amplia en la que los inversores se retiraron de los mercados emergentes, dijo Adolfo Laurenti, economista subjefe de Mesirow Financial Holdings.
Esto provocó ventas en los mercados accionarios del mundo el viernes.
Los argentinos no confían en su propia moneda y en los momentos de turbulencias económicas se refugian en la moneda estadounidense.