Después de siete años de mantener en vigor un índice de inflación cuestionado por subestimar la creciente alza del costo de vida, el gobierno argentino estrena hoy uno nuevo acuciado por la necesidad de transparentar la verdadera dimensión del principal problema de la economía argentina.
El Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu) correspondiente a enero será difundido en la tarde por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), intervenido en 2007 y que desde entonces no coincidió con las estimaciones de los economistas privados sobre cuál era la verdadera inflación. Estos últimos la calculan en cerca de 30% anual, más del doble de las estimaciones oficiales.
Si reconoce la verdadera inflación, la presidenta Cristina Fernández tendrá la oportunidad de comenzar a resolver el imparable aumento de los precios, una de las mayores preocupaciones de los argentinos, sostienen analistas. La inflación en Argentina es una de las más altas del mundo junto con la de Venezuela, que es aún más elevada.
«Esta es la bala de plata del gobierno para empezar a transitar un camino más racional en el combate a la inflación», dijo a The Associated Press Matías Carugati, economista jefe de la consultora Management & Fit. Para éste y otros economistas si el nuevo índice señala que el alza de los precios de enero es de al menos 3% «sería creíble y un buen comienzo».
«Pero si seguimos teniendo cifras más cerca de 1% vamos a ver que siguen mintiendo», afirmó Carugati.
El Fondo Monetario Internacional fue determinante en la elaboración del IPCNu al aplicar en marzo de 2013 una «moción de censura» al país por sus criticadas estadísticas de inflación y crecimiento de la economía y amenazó con suspenderlo en septiembre de ese año. Durante meses, el organismo con el que Argentina mantiene una relación en la que prevalecen las fricciones diseñó el nuevo indicador junto con los equipos técnicos del Ministerio de Economía.
Además también participaron los gobiernos de las distintas provincias argentinas y universidades nacionales.
Los analistas afirman que si el nuevo índice es creíble para el FMI mejorarían las posibilidades de Argentina para relacionarse con los mercados financieros y avanzar en la negociación del pago de la deuda con el Club de París, de unos 10.000 millones de dólares.