Sofí­a Araujo

La Embajada de Argentina en Guatemala celebra el Bicentenario de la Independencia de España, de esa nación; las actividades conmemorativas iniciarán mañana en Pasos y Pedales.

El 25 de mayo de 1810, luego de un perí­odo de conversaciones, se concretó la sustitución del Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros por la primera junta de Gobierno; durante el Virreinato, el comercio estaba monopolizado por parte de España y legalmente no permití­a el comercio a otras potencias, situación que afectaba grandemente a Buenos Aires. De esa cuenta, aprovechando la coyuntura, los criollos del Rí­o de la Plata deciden fundar uno de los primeros gobiernos independientes de Hispanoamérica.

Este próximo martes, Argentina estará conmemorando el Bicentenario de su independencia. Ernesto López, embajador argentino acreditado en Guatemala, ofreció una entrevista a Diario La Hora, para comentar aspectos sobre la importancia que tiene esta celebración, no sólo para el paí­s, sino como parte de la serie de actos que se desarrollan en toda Hispanoamérica por la emancipación de España.

«Hemos empezado ya, y estamos celebrando el Bicentenario; estas celebraciones comenzaron ya en Buenos Aires», comenzó López con sus comentarios sobre la Independencia de Argentina. Desde el año pasado, varios paí­ses de Hispanoamérica conmemoran los movimientos preindependentistas e independentistas. Argentina fue uno de los primeros territorios que se declaran independientes de la Corona española, aunque tras de esta declaración hubo un perí­odo en que se participó en guerras contra los ejércitos reales para ratificar la emancipación, en un proceso que incluyó a casi toda Sudamérica.

«Lo que festejamos es una vida independiente; hace 200 años atrás se concretó, luego de un perí­odo de conversaciones, la destitución del Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros. Se produjo la sustitución de este Virrey por parte de la Junta de Gobierno y desde entonces tenemos un Gobierno independiente de España. Luego vino un proceso de polí­ticas de Estado y de guerras. Pero lo que se celebra es el bicentenario de cuando el primer Gobierno de Argentina se desliga de España y se inicia una Junta de Gobierno al frente de las entonces llamadas Provincias Unidas del Rí­o de la Plata, que abarca lo que hoy se conoce como Argentina, Paraguay, Uruguay, y parte de Bolivia y Perú», explica el Embajador argentino en Guatemala.

HISTORIA

El 13 de mayo de 1810 llegó a Buenos Aires una fragata comunicando la noticia de que las tropas de Napoleón Bonaparte habí­an invadido España y apresado al rey Fernando VII. Cuando estas noticias se conocieron en Buenos Aires desencadenaron el proceso revolucionario, no existí­an autoridades con derecho en América. Sin embargo, las causas de la revolución son más profundas y anteriores. Entre éstas se encuentran la debilidad y el desprestigio de la monarquí­a; el sistema de funcionarios, que favorecí­a casi exclusivamente a los españoles peninsulares, y la rivalidad entre criollos y peninsulares por ello generada; el monopolio económico de España; la muestra de fuerza de los criollos y la evidencia de la debilidad de las autoridades españoles producto de las Invasiones inglesas; y los movimientos ideológicos del Iluminismo sumado a las ideas de la Revolución francesa.

Luego de la llegada de las noticias acerca de la caí­da del rey español; el viernes 18 de mayo de 1810 el grupo revolucionario formado por Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Nicolás Rodrí­guez Peña, Juan José Paso, Antonio Luis Beruti y otros sostuvieron reuniones con Cornelio Saavedra, jefe del Regimiento de Patricios, en las que decidieron solicitar una convocatoria a Cabildo Abierto.

El 20 de mayo el virrey del Virreinato del Rí­o de la Plata, Baltasar Hidalgo de Cisneros, se reunió en el fuerte con los jefes militares para saber si contaba con su apoyo; sin embargo, estos se mostraron partidarios de la convocatoria a Cabildo abierto. Finalmente, sin apoyo militar, el 21 el Virrey autoriza el Cabildo para el dí­a siguiente.

El Cabildo abierto del dí­a 22 de mayo tuvo como tema fundamental la ilegitimidad del gobierno español y la autoridad del Virrey. Se enfrentaron dos posiciones: la de Castelli y Paso, revolucionaria, y la del Obispo Benito Lué y el fiscal Villota, conservadora. Los revolucionarios sostení­an la teorí­a de la retroversión de la soberaní­a, que reconocí­a que, desaparecido el legí­timo monarca, el poder volví­a al pueblo y este tenia derecho a formar un nuevo gobierno. Luego de la votación se decidió la destitución del Cisneros y el dí­a 23 se comunica al pueblo el cese del Virrey.

El 24 de mayo se forma una Junta Provisional Gubernativa, integrada por: Baltasar Hidalgo de Cisneros ( Presidente y comandante de armas) y los vocales: Cornelio Saavedra, Juan José Castelli, Juan Nepomuceno Solá y José Incháurregui. Al enterarse el pueblo de que Cisneros era el presidente mostró su descontento y finalmente Saavedra y Castelli renunciaron, seguidos por los demás vocales.

El 25 de mayo de 1810 el Cabildo se reunió dispuesto a rechazar la renuncia de los miembros de la junta; pero los revolucionarios proclamaron que esa junta era nula. Cisneros renunció y una diputación se presentó en el Cabildo para requerir la formación de una nueva junta presidida por Cornelio Saavedra. El Cabildo exigió que la petición se hiciera por escrito. Horas más tarde la diputación presento el documento llamado la Petición del Pueblo en el cual los «vecinos, comandantes y oficiales» en nombre del pueblo, reasumieron la soberaní­a delegada en el Cabildo y exigieron que se diera a conocer que habí­an formado una Junta de Gobierno integrada por: Cornelio Saavedra (presidente), los doctores Juan José Paso y Mariano Moreno (secretarios), y Manuel Alberti, Miguel de Azcuénaga, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Domingo Matheu y Juan Larrea, como vocales.

Además, se disponí­a el enví­o de una expedición de 500 hombres para auxiliar a las provincias del interior argentino. El Cabildo exigió la ratificación del pedido por parte del pueblo reunido en la plaza. Los revolucionarios amenazaron entonces con recurrir a las armas, con lo cual los cabildantes debieron acceder y nombrar a la nueva junta, conformándose entonces la Junta Provisional Gubernativa o Primera Junta.

GUERRAS

Tras la declaración de Independencia, toda Sudamérica se involucra en un movimiento para liberarse de los Ejércitos españoles, y se tuvo como principal objetivo la liberación del Virreinato de Lima, ya que éste era el más antiguo y el más importante en Sudamérica. Sin que hubiera una verdadera coordinación, más bien fue coincidencia que desde Venezuela se gestara otro movimiento de liberación, por lo que hubo dos: uno desde el norte liderado por Simón Bolí­var, y otros desde el Sur, liderado por José de San Martí­n, general argentino.

«De esa forma, se constituye nuestro Olimpo de próceres de la Independencia», opina el embajador López. Sin embargo, «no queremos resaltar el aspecto bélico de la Independencia. Más bien de que esto produjo que se viviera la suerte de vivir en un lugar institucional y de haber pensado en un proyecto de nación», opinó.

Latinoamérica, que en general está celebrando el Bicentenario de la Independencia, posee buenas relaciones hoy dí­a con España, y no es interés abrir heridas que ya sanaron hace años. «Los lazos con España se han mejorado; los paí­ses hispanoamericanos tenemos mucho en común con España, empezando por el idioma», refiere el Embajador argentino.

CONMEMORACIONES

En Argentina, el sentido que se le da a la fiesta del Bicentenario pasa por las actividades culturales y deportivas. El centro de las celebraciones se realiza en la Avenida 9 de Julio, la más transitada de Buenos Aires. Ahí­ se ha instalado un stand de cada uno de los paí­ses de Latinoamérica, en la que cada cual ha colocado información de su ser independiente, así­ como un homenaje de la figura más importante.

Guatemala, por cierto, explica el Embajador, montó la exposición de Juan José Arévalo Bermejo, ex presidente de Guatemala.

Sin embargo, explica López, lo más importante para esta celebración es que se está haciendo un proceso de revisión del proyecto de nación y se han realizado mesas de diálogo en Argentina para «soñar» con el paí­s que se tiene. «Argentina es una sociedad muy imaginativa; pensamos que el futuro debe tener una puesta muy fuerte a la educación», asegura el entrevistado.

«Hay un sentido de reflexión con vista hacia el futuro, y que tiene que ver con revisar el pasado de los paí­ses; a veces se dice que no hay que ver por el espejo retrovisor. Pero se tienen que ver el pasado para explicarse lo que somos actualmente y prefigurar el paí­s que se quiere llegar a ser más adelante», indica el Embajador argentino.

De hecho, este proceso de revisión tiene mucho que ver con la Independencia. López recuerda que el mismo Simón Bolí­var, uno de los Libertadores de América, pensaba en cómo hacer para construir un paí­s que recién sale del yugo de una potencia.

Es decir, que muchas naciones de Hispanoamérica, como Argentina, no tení­an un referente anterior. No sabí­an a qué volver a ser, porque antes de la Colonia española no tení­an más historia. Entonces el dilema de Bolí­var y muchas de las naciones recién independizadas era planificar qué paí­s se querí­a ser, lo cual fue un proceso que llevó varios años, concluye López.